INVESTIGADORES
BABOT Maria Del Pilar
congresos y reuniones científicas
Título:
El papel de la molienda en la transición hacia la producción agropastoril: un análisis desde la puna meridional argentina
Autor/es:
BABOT, M. DEL PILAR
Lugar:
Santiago de Chile
Reunión:
Congreso; 51º Congreso Internacional de Americanistas; 2003
Institución organizadora:
Universidad de Chile
Resumen:
Al analizar los indicadores de continuidad y cambio entre las ocupaciones cazadoras-recolectoras y formativas en diversos sectores de los Andes, se hace notable el rol creciente de las prácticas de molienda. Al respecto, se ha señalado que la intensificación, teniendo lugar en distintos aspectos, como la producción, el uso de la tierra o de ciertos recursos, la desigualdad social, la jerarquización y diferenciación de los espacios, constituye un indicador central de los procesos de complejización que devinieron en las situaciones formativas tempranas y plenas, lo cual se vincula con relaciones sociales y estrategias de subsistencia y trabajo cambiantes (Scattolín 1990, Pérez Gollán 1991, Albeck 1993, Grosjean y Núñez 1994, Yacobaccio 2001). Más allá de reafirmar la notable y creciente ubicuidad de los utensilios de molienda a lo largo de ese proceso, es posible acceder a la medida en que dicha práctica se intensificó, a partir de la evaluación de ciertos indicadores como las características del diseño de los artefactos y sus modos de uso. Esto nos permite acercarnos a las decisiones tecnológicas que modificaron la eficiencia e intensidad de uso de los implementos, y su contribución al aprovechamiento de tiempo, trabajo y rendimiento nutritivo de los recursos disponibles en contextos particulares (Nelson y Lippmeier 1993, Wright 1994, Adams 1996, Hard et al. 1996).Observar la situación desde la óptica de lo ocurrido en la puna meridional argentina desde el caso de Antofagasta de la Sierra ofrece la inmejorable posibilidad de rastrear los orígenes del proceso, sus primeras manifestaciones y sus características cambiantes en una larga secuencia ocupacional. En este sentido, son las ocupaciones de cazadores-recolectores a partir del 5000 A.P., las que marcan un punto de inflexión. En este momento la práctica de la molienda parece haber ocurrido a escala reducida, pero evidenciando ya ciertas tendencias que luego serán comunes entre los grupos netamente formativos. Ciertamente, los conjuntos artefactuales de las ocupaciones correspondientes a los primeros siglos de la era señalan que aquella situación pre-formativa está en el origen del fuerte énfasis posterior de la molienda. Ahora bien, las características del proceso en Antofagasta de la Sierra y su comparación con la situación de otros ámbitos andinos sugiere que el énfasis en la molienda parece haberse manifestado de maneras distintas y con ritmos diferenciales en diversos sectores de los Andes. Esta práctica parece, entonces, haber estado destinada a solucionar necesidades diferenciales en diversas situaciones. Es dificultoso, por lo tanto, pensar en su adopción e intensificación como el simple resultado de irradiación de innovaciones; al contrario, es posible que el conocimiento de las técnicas y tecnologías de molienda haya estado disponible mucho antes de que realmente se hiciera necesaria su adopción masiva, por lo menos en el ámbito de la puna meridional argentina. El análisis de la intensificación de las prácticas de molienda nos conduce necesariamente a preguntarnos sobre los problemas, a distinta escala, a los que dieron solución. Consideramos que, en la menor escala, la respuesta puede surgir de pensar qué caracterizaba a los nuevos recursos, los recursos de molienda, antes ausentes. Aunque esta actividad pudo originalmente ser independiente de los productos del proceso de domesticación, los recursos vegetales cultivados, principalmente, pero también en alguna medida, los faunísticos, ya estaban netamente asociados a las prácticas en los primeros momentos formativos de la era, en un marco de creciente agriculturización. Su vinculación con la práctica del almacenaje y la de ambas con el manejo del riesgo es un punto de interés a discutir. En una escala más general, puede entenderse a la molienda como una práctica que fue desencadenada por un proceso de sedentarización creciente -del cual es indicadora-, mientras que, a la vez y en parte, lo hizo posible cuando ya se había puesto en marcha. Es, en este sentido, que su impacto pudo ser central en el afianzamiento del modelo, de manera similar a lo que ocurrió con las primeras ocupaciones formativas de Antofagasta de la Sierra. A su vez, debe discutirse su vinculación con posibles situaciones de stress demográfico, incremento de la demanda a través del intercambio caravanero y conflictos con las nuevas actividades productivas.