INVESTIGADORES
BABOT Maria Del Pilar
capítulos de libros
Título:
Capítulo 5.5. Argentina (Sobre el pasado y presente de la quinua en Argentina)
Autor/es:
ANDRADE, ALBERTO J.; BABOT, MARÍA DEL PILAR; BERTERO, DANIEL; COSTA TÁRTARA, SABRINA; CURTI, RAMIRO; MANIFIESTO, M. MARCELA
Libro:
Estado del arte de la quinoa en el mundo en 2013 (D. Bazile, D. Bertero y C. Nieto, eds.)
Editorial:
FAO (Santiago de Chile) CIRAD (Montpellier, Francia)
Referencias:
Lugar: Montpellier-Santiago de Chile; Año: 2014; p. 504 - 518
Resumen:
Argentina no posee aun una presencia destacada entre los productores de quinua de la zona andina. Sin embargo, la presencia de esta especie en el país se extiende varios milenios atrás, desde referencias de uso por parte de cazadores recolectores en la puna de la provincia de Catamarca hasta hallazgos de semillas con grado variable de domesticación en sitios arqueológicos de las provincias de Salta, Catamarca, Tucumán, San Juan y Mendoza. Con una extensión pasada estimada hasta las provincias de Santa Fé y Córdoba, actualmente se encuentra reducida a la zona andina por sobre los 2000 msnm, en el Noroeste del país (NOA). El interés por su cultivo tiene una doble componente: comercial, por la rentabilidad que ofrece en el contexto actual, y de rescate del patrimonio cultural de los pueblos del NOA. Esto llevó a proyectos varios de producción comercial con grado variable de éxito y a la recuperación del cultivo en algunas comunidades, ligado en parte a la demanda del turismo. Pese al estrecho rango latitudinal (22° 10? a 25° 14?) y longitudinal (65° a 67° 31?) de cultivo en comparación con la distribución geográfica de la especie, existe un amplio rango altitudinal (2334-4012 msnm) acompañado de una alta variación climática, desde mas de 700 mm año-1 de precipitación en los valles orientales de menor altitud hasta precipitaciones menores a 30 mm en el sudoeste del altiplano y de entre 6 y 17 °C en temperatura media anual. Esta variabilidad está acompañada de una alta variabilidad genética y fenotípica, estructurada según regiones geográficas. La evaluación mediante marcadores microsatélites, permite detectar cuatro grupos genéticos, de altiplano, valles secos, valles húmedos y un ambiente de transición entre estos últimos. Estos grupos genéticos se relacionan con ambientes climáticamente semejantes en Bolivia, Perú y posiblemente Chile, indicando una continuidad geográfica en la distribución, pero a su vez una presencia prolongada que permitió la diferenciación genética de las poblaciones locales. La variabilidad fenotípica indica un alto potencial para selección por múltiples atributos, con grados variables de expresión del sindrome de domesticación, entre los atributos, la duración del desarrollo es aquel que mas diferencia entre poblaciones y explica la adaptación diferencial a diferentes ambientes.