IBS   24490
INSTITUTO DE BIOLOGIA SUBTROPICAL
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Anfibios en plantaciones forestales del bosque Atlántico: ¿desierto verde?
Autor/es:
GANGENOVA ELENA; MARANGONI FEDERICO; GIOMBINI MARIANO; ZURITA, GUSTAVO A.
Lugar:
El Dorado
Reunión:
Jornada; XVIII Jornadas Técnicas Forestales y Ambientales; 2019
Institución organizadora:
Facultad de Ciencias Forestales, INTA
Resumen:
El reemplazo del bosque nativo por plantaciones forestales de alta densidad afecta la riqueza y composición de las comunidades animales a través de la modificación en la disponibilidad de recursos (Richardson and Higgins, 1998), los regímenes hidrológicos (Le Maitre et al., 2000), los ciclos de nutrientes (Jackson et al., 2002) y la estructura del suelo (Schmitz et al. 1997). Sin embargo, las plantaciones también preservan ciertos componentes del bosque nativo, como la cobertura del dosel, las condiciones microclimaticas y ciertos recursos tróficos (Pawson et al., 2008; Lantschner et al., 2008; Zurita and Bellocq, 2012) que proveen hábitats adecuados para diferentes especies. Los anfibios, por sus características ecológicas y fisiológicas, son buenos indicadores del disturbio tanto en hábitats terrestres como acuáticos. Asimismo, constituyen uno de los grupos más amenazados, siendo la principal causa la degradación y la pérdida del hábitat. A pesar de que las plantaciones forestales modifican la estructura del hábitat y los regímenes hidrológicos para los anfibios, y potencialmente su reproducción y supervivencia, a nivel global pocos estudios se han enfocado en los efectos que el reemplazo del bosque nativo por plantaciones forestales tiene sobre este taxón y ninguno en el Bosque Atlántico. En este contexto, el objetivo de este trabajo es evaluar los efectos del reemplazo del bosque nativo por plantaciones forestales (Pinus taeda) sobre la diversidad (riqueza y composición de especies) y morfología de las comunidades de anuros del Bosque Atlántico de Argentina. Área de estudio: se compone por remanentes continuos de Bosque Atlántico Semideciduo de Misiones (PN Iguazú y PP Urugua-í) y una matriz productiva de plantaciones forestales. En esta área se seleccionaron 3 sitios de muestreo en bosque nativo, y tres en plantaciones (Pinus taeda) en su tercer ciclo productivo y con una edad entre 13 y 16 años. Cada sitio abarcó dos microhabitas: un cuerpo de agua temporario y el hábitat terrestre circundante. Los sitios se ubicaron a una distancia media de 25,8 km para evitar la autocorrelacion espacial y se muestrearon mensualmente por dos años consecutivos (agosto 2012 a agosto 2014). Muestreo de anuros: se utilizaron tres técnicas complementarias. 1) trampas de caída, se dispusieron 16 trampas por sitio, en los alrededores del cuerpo de agua y agrupadas de a 4, estuvieron activas 72 hs cada mes; 2) transectas de bandas auditivas, se dispusieron 3 transectas (50 x 25 mt) en los márgenes de los cuerpos de agua, y mensualmente se registraron los individuos cantando en un tiempo predeterminado de 10 minutos; 3) muestreo larval, individuos capturados a través de un numero de barridas de copo predeterminadas, fueron fijados para su identificación posterior. Medidas morfometricas: todos los individuos capturados con las trampas de caída fueron identificados, sexados, pesados y medidos y marcados para evitar reconteos. Se tomaron las siguientes medidas morfometricas: 1) SVL, longitud total hocico-cloaca; 2) BM; peso corporal; 3) RHL, largo de la pata derecha; 4) HW, amplitud máxima de la cabeza. Análisis de datos: para comparar la diversidad alfa (riqueza) de la comunidad de anuros del bosque nativo (BN) y las plantaciones forestales (PF), analizamos de manera separada los datos de abundancia (trampas de caída) y de presencia/ausencia (transectas auditivas y muestreo larval), y en cada caso se calculó la cobertura de la muestra y los números de Hill. Para analizar la diversidad beta (diferencias en composición de especies) se calculó el índice de disimilitud de Sorensen, que considera la disimilitud generada por anidamiento o por el recambio de especies. Para explorar las diferencias morfológicas de las especies entre ambientes (bosque nativo y plantaciones) utilizamos modelos lineales generalizados (GLM) y ANOVA. Para este análisis solo se usaron las especies más abundantes (Elachistocleis bicolor, Physalaemus cuvieri y Odontophrynus americanus). Se registraron un total de 18 especies de anuros adultos, con las trampas de caída y las transectas auditivas y 13 especies de renacuajos con el muestreo. La riqueza (q0) fue mayor en el bosque nativo, mientras que la equidad y la dominación (q1 y q2) fueron menores en el bosque nativo que en las plantaciones forestales en el hábitat terrestre (datos de abundancia) (Fig. 1). La partición de la diversidad beta (βsor ? disimilitud de Sorensen) entre BN y PF mostro que las diferencias en la composición de especies del hábitat acuático se debieron tanto al anidamiento como al intercambio de especies (βSNE: 0,27, βSIM:0,50, P:0,274), mientras que para el hábitat terrestre las diferencias en la composición de las especies se debíeron principalmente al anidamiento (βSNE: 0,39, βSIM: 0,07, P: 0,053). Los resultados de las diferencias morfométricas para las tres especies analizadas (E. bicolor, P. cuvieri y O. americanus) mostraron que los individuos de E. bicolor tuvieron diferencias significativas en su condición corporal, siendo mayor en los encontrados en plantaciones forestales (BN: 2,656, PF: 3,159, P < 0,05). Los individuos de P. cuvieri de las plantaciones mostraron diferencias (marginalmente) mayores de la condición corporal, con respecto a los del bosque nativo (BN:3,008; PF: 3,148; P: 0,057), y ninguna diferencia entre ambientes para el resto de los rasgos. Los individuos de O. americanus exhibieron índices de condición corporal similares en ambos ambientes. A partir de estos resultados, podemos concluir que el reemplazo del BN, estructuralmente complejo con alta heterogeneidad del hábitat, por PF extremadamente simplificados tiene efectos diferentes en la diversidad de anuros de hábitats terrestres y acuáticos. Se observa una pérdida de especies en el hábitat terrestre de las PF, probablemente explicado por la homogenización ambiental que sigue a el reemplazo del bosque nativo por plantaciones. Asimismo, la compleja estructura vegetal del BN previene la insolación y desecación de los cuerpos de agua temporales. A diferencia de esto, los cuerpos de agua en las PF están expuestos al sol directo, lo que incrementa la temperatura del agua, la evaporación y genera diferencias en el balance hídrico (Cristiano et al., 2015), reduciendo su profundidad e hidroperíodo. En este estudio, los cuerpos de agua del bosque fueron utilizados por ocho especies de la familia Hylidae, que no se encontraron en los hábitats terrestres o acuáticos de plantaciones, y que se caracterizan por una alta dependencia a la presencia y permanencia de los cuerpos de agua para su reproducción. Por último, el incremento en la condición corporal encontrado en individuos de E. bicolor de las plantaciones forestales podría explicarse por un menor riesgo de depredación (Zurita et al 2012, Paviolo et al 2018, Iezzi et al 2018) y una disponibilidad de alimentos similar (o incluso mayor) (Peyras et al 2013, Giménez-Goméz et al 2018) en este ambiente. Varias especies de anuros utilizaron los cuerpos de agua temporales de las PF para su reproducción, pero sin embargo estuvieron ausentes en los hábitats terrestres. Esto podría indicar que las especies usan los cuerpos de agua para reproducirse, pero (1) no pasan la etapa larval, (2) migran a otros hábitats en respuesta a la inestabilidad de los cuerpos de agua de las PF. El mantenimiento de la vegetación nativa alrededor de los márgenes de los cuerpos de agua probablemente reducirá la evaporación e infiltración del agua, aumentando el hidroperíodo y permitiendo que muchas especies de anuros (principalmente Hylidos) completen su ciclo de vida. Y al mismo tiempo, la vegetación nativa proporcionará refugios y sitios de reproducción para los adultos. Por lo tanto, la vegetación nativa alrededor de los cuerpos de agua en las PF probablemente constituye un elemento fundamental para mantener la diversidad de anuros en el bosque Atlántico de Argentina, facilitando también el movimiento de individuos entre los remanentes de bosques nativos. Estos resultados respaldan la necesidad de legislación para crear zonas de amortiguamiento de vegetación nativa alrededor de los cuerpos de agua temporales, actualmente contemplado por los principios internacionales de FSC.El impacto general de la perturbación del hábitat impulsada por el hombre sobre la biodiversidad está bien documentado, y sus consecuencias negativas son indiscutibles. Sin embargo, también es necesario entender qué sucede con aquellas especies que persisten en diferentes hábitats perturbados. Si se administran de manera adecuada, algunos usos de la tierra, como las plantaciones forestales en ecosistemas boscosos, pueden servir como un hábitat secundario para muchas especies nativas y / o aumentar la permeabilidad de la matriz, permitiendo el movimiento de individuos entre parches de bosques (Zurita 2019). La comprensión de cómo algunas especies persistentes pueden beneficiarse eventualmente en los hábitats convertidos, ofrecerá una perspectiva más amplia de las posibles consecuencias de la perturbación del hábitat.