IBS   24490
INSTITUTO DE BIOLOGIA SUBTROPICAL
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
OCURRENCIA DE CROMOSOMAS B EN MELANOPLINOS NEOTROPICALES CON CARIOTIPOS DIVERSIFICADOS
Autor/es:
CASTILLO ELIO R.D; TAFFAREL, ALBERTO; CLAUDIO J. BIDAU; DARDO A. MARTÍ
Lugar:
POSADAS
Reunión:
Congreso; IX CONGRESO ARGENTINO DE ENTOMOLOGIA; 2015
Resumen:
Los cromosomas B se encuentran en el inframundo de los genomas, siendo dispensables y frecuentemente deletéreos para los individuos portadores. Asimismo, estas entidades probable-mente parasíticas son una forma usual de variación numérica cromosómica en los cariotipos de los Orthoptera. En este contexto, el debate propone un origen intraespecífico (a partir del genoma hospedador) o interespecífico (a partir del genoma de una especie relacionada); un origen autosó-mico o alternativamente a partir de los cromosomas sexuales. En Melanoplinos Neotropicales con sistemas polimórficos complejos de fusiones Rb, que involucran únicamente autosomas, se conoce el efecto de los cromosomas B en la recombinación. Sin embargo, su implicancia en especies con neo-cromosomas sexuales no fue abordada con detalle. Con este propósito, estudiamos la meiosis masculina y femenina de Ronderosia bergii, Dichromatos lillonaus y D. schrottkyi, mediante técnicas citogenéticas convencionales y de bandeo cromosómicos, con el objeto de analizar el comportamiento de los cromosomas ?B? en la meiosis masculina y sus efectos en la recombinación. El 10% de los individuos machos analizados de R. bergii (n=43) resultaron portadores de cromosomas B. Células en Metafase I evidenciaron un elemento de tamaño significativamente menor que el par 10. De 133 células estudiadas en Metafase I, el univalente ?B? tuvo un compor-tamiento ?normal? en el 33% de las mismas, orientándose en el plano ecuatorial. Sin embargo, éste elemento se adelantaba en la segregación, sin una migración preferencial hacia al mismo polo que el neo-X o el neo-Y. Evidenciamos asociaciones heterocromáticas con autosomas, como así también con el brazo XL del neo-X; un retraso en la segregación del univalente ocurrió en el 26% de las células analizadas en Anafase I. La presencia del cromosoma ?B? aumentó la frecuencia media de quiasmas totales. De los 27 individuos machos analizados de D. lilloanus 2 individuos resultaron portadores de cromosomas B. En Metafase I, observamos un elemento de tamaño similar a los cromosomas del par 7. El univalente ?B? adoptó una disposición con sus cromátides orientadas paralelas al plano ecuatorial en un 77% de las Metafases I analizadas y se adelantaba en la segregación el 6 % de las veces. Células meióticas femeninas en Metafase I mostraron un univalente B adelantado en la segregación en dirección al polo difuso. La frecuencia total de quiasmas resultó disminuida debido a la presencia del B. Por último, de los 6 ejemplares machos analizados de D. schrottkyi, 3 resultaron ser portadores de un cromosoma ?B?, el cual se asemejaba en tamaño al par 6. A través de la implementación de la técnica de bandeo C, este elemento supernumerario se evidenció completamente heterocromático, adelantado en la segregación en el 61% de las células cuantificadas. La presencia del cromosoma ?B? aumentó la frecuencia total de quiasmas. Una explicación posible a la alta frecuencia de especies de Melanoplinos con neo-cromosomas, producto de fusiones céntricas, fue hipotetizada en la teoría de la conducción meiótica centroméri-ca, donde en el origen de estos linajes la tendencia en la meiosis femenina fue capturar los neo-cromosomas sexuales formados hacia el polo que forma el oocito, favoreciendo su establecimiento. Por otro lado, los cromosomas B ocurren frecuentemente en tucuras y en algunos casos parecen tener efectos en los mecanismos meioticos de sus portadores; además existe evidencia donde la conducción meiótica centromérica opera en los Bs, durante la meiosis femenina. Sin embargo resulta interesante el hecho de que estas especies con neo-cromosomas sexuales sean portadoras de cromosomas ?B?, ya que según la hipótesis señalada, el mecanismo de conducción favorece capturar menos centrómeros. Nuestros resultados preliminares indicarían que podrían ser otros los mecanismos involucrados en la dinámica del origen y evolución de los cromosomas B en estos linajes.