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Las características físicas de las partículas de las arenas (forma y textura superficial), la granulometría y la mineralogía influyen sobre el comportamiento de los morteros en los estados fresco y endurecido. Una manera de evaluar indirectamente las características físicas de las partículas y la granulometría es por medio de la determinación del porcentaje de vacíos y del tiempo que tarda una muestra de arena en fluir por un embudo. La norma NZS 3111 en base a estas dos propiedades establece una zona óptima donde los hormigones tienen un comportamiento satisfactorio en el estado fresco [1]. El objetivo de este trabajo fue la búsqueda de una correlación entre las características físicas de las arenas y el comportamiento de morteros, de modo que al modificar la arena (por aero-clasificación, tamizado, mezclado con otra arena, etc.) se pueda establecer si las propiedades del mortero varían apreciablemente. Se utilizaron arenas trituradas granítica y dolomítica, y una arena natural silícea que se mezcló en diferentes proporciones con las anteriores (0/100, 25/75, 50/50, 75/25 y 100/0). Una vez realizados los ensayos sobre las arenas con el equipo de la NZS 3111 modificado se moldearon morteros ?estándar?, compuestos por 500 g de cemento portland, 1500 g de arena y 300 g de agua. Se determinó la fluidez, la resistencia a compresión y flexión y la velocidad de succión capilar a los 28 días. Esta última propiedad está asociada a los mecanismos de transporte y a la durabilidad del material [2]. Finalmente, con los resultados de los ensayos se obtuvieron superficies de iso-respuesta, que permitieron definir una nueva zona óptima. La misma posibilita predecir con cierta certeza el comportamiento un mortero estándar con arenas desconocidas [3]. La ventaja de esta zona respecto a la de la norma neozelandesa es que tiene en cuenta varias propiedades de los morteros. ISSN 2683-9946 https://jornada-de-ingenieria-en-materiales.webnode.com/publicaciones/