CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

El tomate (solanum lycopersicum) es una hortaliza de corta vida postcosecha muy valorada gracias a su contenido de antioxidantes, siendo los compuestos carotenoides como el licopeno y el β-caroteno los mayoritarios. Estos se consideran esenciales para evaluar la calidad intrínseca del fruto ya que constituyen el 97 % del total. La aplicación de tecnologías amigables con el medio ambiente, como la luz ultravioleta (UV-C) en dosis hórmicas, puede utilizarse para prolongar la vida postcosecha de manera inocua, ya que no deja residuos. Algunos efectos benéficos atribuidos al UV-C son: inducción de mecanismos de defensa, incremento de compuestos bioactivos con capacidad antioxidante e inactivación de enzimas relacionadas con la maduración y la senescencia. Por su bajo costo y fácil aplicación, la irradiación UV-C sería una buena alternativa para mejorar la conservación de vegetales. Se evaluó el efecto de la aplicación de UV-C en tomates y su incidencia en el contenido de los principales carotenoides. Para ello, se cuantificó licopeno (Ly) y β-caroteno (β-C) utilizando una mezcla de acetona-hexano como solvente de extracción. Las muestras seleccionadas completamente al azar provistas por un productor hortícola del partido de Azul (Buenos Aires, Argentina), fueron inmediatamente llevadas al laboratorio de la Facultad de Agronomía, UNCPBA. Allí, se dividieron en cuatro grupos de características homogéneas. Las muestras control (T0) integraron el primer cuarto. El resto se irradiaron con 5 lámparas UV-C de 6w de potencia a distintos tiempos de exposición, siendo: T1: 8, T2: 16 y T3: 30 minutos, respectivamente y a una distancia de exposición de 10 cm. Los tomates fueron almacenados durante 21 días a temperatura ambiente y los análisis realizados a 0, 7, 14 y 21 días de conservación. Todas las determinaciones se efectuaron por triplicado.Desde el inicio de la evaluación, el incremento en el contenido de caroteno para T0 fue de 1,7, T1 2,84, T2 3,6 y T3 2,27 μg de caroteno/g de tomate fresco. Al finalizar el período de almacenamiento, las muestras expuestas a T2 fueron las que mostraron los mayores valores, alcanzando los 6 μg de caroteno/g de tomate fresco. En comparación con T0 para los tiempos de exposición T2, T1 y T3 el contenido de β-C aumentó un 46%, 28% y 14%, respectivamente. El análisis del contenido de licopeno entre el día 0 y los 21 días mostró una evolución de manera tal que, en T0 se obtuvo una diferencia de 5,17 μg de licopeno/g de tomate fresco, mientras que, en T1: 7,82, T2: 9,84 y T3 6,37 μg de licopeno/g de tomate fresco, respectivamente. Se observó que el T2 obtuvo los mayores valores promedio llegando a los 12,7 μg de licopeno/g de tomate fresco. En comparación a T0 los aumentos fueron de 58 %, 33 % y 15 % para T2, T1 y T3, respectivamente. De acuerdo a los datos obtenidos se concluye que la exposición a luz UV-C por 16 minutos incide de manera más eficiente sobre la evolución de compuestos antioxidantes como el licopeno y β-caroteno en tomate, lo que impactaría sobre su calidad intrínseca.