IBBEA   24401
INSTITUTO DE BIODIVERSIDAD Y BIOLOGIA EXPERIMENTAL Y APLICADA
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
APRENDIZAJE ESPACIAL EN VINCHUCAS: CONDICIONAMIENTO AVERSIVO Y APETITIVO
Autor/es:
CANO, AGUSTINA; ROLDAN, NAHUEL; MAGALLANES, AMORINA; BARROZO, ROMINA; MINOLI, SEBASTIAN
Lugar:
San Miguel de Tucuman
Reunión:
Congreso; 2º Congreso Argentino de Biología del Comportamiento COMPORTA 2015; 2015
Institución organizadora:
Asociación Argentina de Ciencias del Comportamiento (miembro de la International Union of Psychological Science, IUPsyS)
Resumen:
Introducción: La vinchuca Rhodnius prolixus es un insecto hematófago que se alimenta de sangre de vertebrados, a los cuales localiza utilizando su sentido olfativo y térmico. Una vez sobre el hospedador, evalúa gustativamente la calidad de su sangre y toma la decisión de alimentarse o no. Las vinchucas son vectores de la enfermedad de Chagas en América latina. Actualmente no existe una vacuna que pueda interrumpir la contracción de dicha enfermedad, por lo que los principales métodos de control son la utilización de insecticidas y la disminución de la densidad de vinchucas en ambientes naturales. Para ello, es importante conocer el comportamiento y sus capacidades sensoriales. Si bien estos insectos presentan preferencias innatas definidas, no se sabe con exactitud si éstas pueden ser moduladas por experiencias previas, ya sean aversivas o apetitivas. En general, los animales pueden responder innatamente a estímulos externos con comportamientos fácilmente distinguibles. Sin embargo, existen casos en los que las respuestas de los individuos son modificadas o incluso provocadas luego de una primera experiencia. La plasticidad comportamental permite adaptarse dinámicamente al medio ambiente donde cada individuo se desarrolla. Objetivos: El objetivo general de este trabajo es estudiar las capacidades cognitivas de las vinchucas. Para ello se aplicaron diferentes protocolos de aprendizaje asociativo, utilizando refuerzos positivos o negativos dentro de un contexto de orientación espacial. Método: En una primera fase se realizaron experimentos con larvas de 5º estadio de R. prolixus liberadas sobre una arena experimental rectangular (5x10cm). Durante el entrenamiento, cada vez que la larva pasaba al lado predefinido como ?castigo? el sustrato se hacía vibrar, provocando el escape hacia el otro lado, predefinido como ?agradable?. Inmediatamente después, las larvas eran retiradas por un minuto y nuevamente liberadas sobre la arena experimental, en donde su preferencia espacial era evaluada sin castigo (i.e. test). En una segunda fase, se realizaron experimentos liberando larvas de 5º estadio de R. prolixus sobre una arena experimental similar a la anterior pero conteniendo un alimentador artificial en cada uno de los extremos. Durante el entrenamiento, cada vez que la larva elegía el lado predefinido como ?apetitivo? obtenía una alimentación breve mientras que si elegía el lado control no recibía recompensa alimenticia. Inmediatamente después era retirada y colocada nuevamente en el centro de la misma arena experimental, para registrar nuevamente la elección del mismo individuo. De esta manera cambios en la preferencia por uno u otro lado de la arena eran registrados durante 5-15 ensayos consecutivos. Resultados: En la primera fase se observó que las vinchucas del grupo control (i.e. que no fueron entrenadas) no presentan preferencia por uno u otro lado de la arena experimental durante el test. Sin embargo, luego del condicionamiento aversivo aplicado, evitan el lado ?castigado? de la arena experimental, demostrando que son capaces de retener información del medio ambiente que modula su falta de preferencia inicial. La segunda fase se encuentra en marcha actualmente. Resultados preliminares muestran que al principio los insectos no presentan preferencia espacial, pero que a medida que transcurren los ensayos, comienzan a elegir el lado de la arena que presenta una recompensa apetitiva. Dichos resultados demuestran que las vinchucas pueden aprender a dirigirse hacia zonas con mayor probabilidad de conseguir alimento. Discusión: Los experimentos de condicionamiento permitieron modificar el comportamiento de estos insectos, demostrando que son capaces de aprender, es decir, de retener información del medio ambiente y reutilizarla a futuro. En otras palabras, que su comportamiento no es rígido sino plástico, permitiéndoles así reaccionar a cambios inesperados. Estos estudios pueden ser de gran utilidad para desarrollar y diseñar estrategias de manejo y control de estos vectores en sus ambientes naturales.