IGEHCS   24394
INSTITUTO DE GEOGRAFIA, HISTORIA Y CIENCIAS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
artículos
Título:
El mapa social de Tandil
Autor/es:
LINARES, S.; VELÁZQUEZ, G.
Revista:
Geografía y Sistemas de Información Geográfica (GEOSIG).
Editorial:
Universidad Nacional de Luján
Referencias:
Lugar: Lujan; Año: 2015 vol. 7 p. 15 - 23
ISSN:
1852-8031
Resumen:
La segregación socioespacial, también denominada segregación social del espacio urbano, segregación residencial o simplemente segregación urbana, es un concepto que hace referencia a la existencia de diferencias o desigualdades sociales dentro de un colectivo urbano y al agrupamiento de los sujetos según atributos específicos (socioeconómicos, culturales, raciales, etc.) en conglomerados urbanos con tendencia a la homogeneización en su interior y a la reducción de las interacciones con el resto de los grupos. Estos conglomeradostienen cierto grado de distinción jerárquica y valorativa y poseen una fuerte y sostenida expresión espacial, que contribuye a reproducir y profundizar este proceso.En los antecedentes, y a pesar de las diferencias teóricas y metodológicas intrínsecas a las distintas escuelas de pensamiento científico, la segregación es considerada en la actualidad como una de las dimensiones espaciales, y por ende más tangible y empírica, de los procesos sociales, económicos y políticos, que condicionan y estructuran el espacio urbano.Genéricamente la segregación socioespacial representa una situación y no necesariamente un problema, esto depende de la visión teórica que se adopte para explicar las relaciones sociales y los efectos concretos que ésta produce en la sociedad. Por ejemplo, si utilizamos la visión clásica de Durkheim (1967) sobre la solidaridad, la diferenciación de áreas residenciales no significa un inconveniente, pudiendo ser una forma de integración social, en la medida en quela separación espacial de los grupos sociales esté asociada a la existencia de vínculos que definan los individuos de una sociedad. Sabatini (2003) destaca que la formación de enclaves étnicos puede ser positiva tanto para la preservación de las culturas de grupos minoritarios como para el enriquecimiento de las ciudades, que se tornan más cosmopolitas. Cierta homogeneidad social también puede lograr mayor niveles de confianza y promover estilos devida más comunitarios en contraposición al modelo individualista imperante (Durston, 2000).Los efectos negativos aparecen cuando la segregación socioespacial provoca una disminución de la interacción entre los grupos sociales. El aislamiento espacial y distanciamiento entre las clases promueven la desintegración social, lo cuál es considerado perjudicial, especialmente para los grupos pobres y marginados quienes poseen menos chances de movilidad social ascendente. Algunos problemas característicos que surgen como producto de la aglomeración de familias pobres en áreas residenciales segregadas son el bajo rendimiento escolar, eldesempleo, el embarazo adolescente y la inacción juvenil, que según Sabatini (2003:20) es la base que propicia la drogadicción y delincuencia. Algunos autores sostienen inclusive que es la segregación, y no la pobreza, la que crea condiciones estructurales para la emergencia de una contracultura, en donde la educación, el trabajo y la familia no son ya los valores centrales sobre los que se asienta una sociedad (Massey y Denton, 1993).Es así, que las áreas residenciales en la ciudad dispondrán de medios distintos para la interacción social, a partir de los cuales los individuos forjan sus valores, expectativas, hábitos de consumo y posibilidades de expresión y decisión. Estas diferencias se traducen en desiguales oportunidades, capacidades y recursos para lograr un ascenso social, estructurando en cierta forma las oportunidades de un barrio, de modo que reproducirá indefectiblemente lasmismas características en su próxima generación (Corrêa, 1993: 65).Como producto del proceso expuesto, las ciudades latinoamericanas, y especialmente las de menor tamaño, fueron configurando un patrón de segregación similar al de las ?ciudades preindustriales? descritas por Sjoberg (1960), caracterizado por una marcada concentración espacial de las clases altas y medias ascendentes en el Centro histórico (típico del diseño colonial), las cuales presentan un crecimiento bien definido hacia un sector de la periferia(llamado comúnmente ?barrio de alta renta?). Paralelamente se van conformando amplias áreas periféricas donde se alojan los estratos socioeconómicos más bajos.Sin embargo, ese patrón ?tradicional? de segregación característico en el decurso del siglo XX ha mostrado cambios importantes como efectos nuevas dinámicas socioespaciales (Sabatini, 2003; Griffin y Ford, 1980). Entre las más destacadas se pueden señalar: el surgimiento de alternativas de desarrollo residencial para las elites o grupos medios altos fuera de los ?barriosde alta renta?; la emergencia de subcentros comerciales, de oficinas y servicios fuera del Centro tradicional y de los ?barrios de alta renta?; la generalización de las tendencias alcistas de los precios del suelo al conjunto del espacio urbano, con el efecto de hacer cada vez más ineludible la localización de nuevas viviendas para grupos de ingresos bajos fuera de la ciudad, en su región circundante; la aparición de formas de crecimiento residencial discontinuas respecto de la ciudad, tanto en favor de centros urbanos menores como de laocupación rural con viviendas campestres rompiendo con la tradicional expansión urbana tipo ?mancha de aceite? y; la renovación urbana de áreas centrales deterioradas con base tanto en la recuperación de casas antiguas para usos residenciales o terciarios, como en la edificación residencial en altura para grupos medios.De estos preceptos teóricos tomados como posibles hipótesis es que se desprenden los objetivos de esta aplicación, donde nos proponemos analizar durante el período 1991-2001, el patrón característico y los posibles cambios en la distribución de los grupos sociales en la ciudad de Tandil, las tendencias al agrupamiento o dispersión socioespacial, el grado de aislamiento o interacción inter-barrial, para luego corroborar si lo que prevalece en la ciudadmedia seleccionada son las características tradicionales del patrón de segregación latinoamericano o las nuevas dinámicas y transformaciones urbanas ocurridas en las últimas