INSTITUTO "DR. E.RAVIGNANI"   24160
INSTITUTO DE HISTORIA ARGENTINA Y AMERICANA "DR. EMILIO RAVIGNANI"
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
La representación gráfica y cartográfica de las tierras altas de la Gobernación del Tucumán (Virreinato del Perú).
Autor/es:
LAURA QUIROGA
Lugar:
Santiago de Chile
Reunión:
Simposio; Simposio Iberoamericano de Historia de la Cartografía (6siahc); 2016
Institución organizadora:
Universidad Católica de CHile
Resumen:
Este trabajo propone una mirada histórica sobre los discursos -tanto textuales como cartográficos- con que los funcionarios y agentes coloniales describían el paisaje altoandino de la región cordillerana que, desde 1563, formaba la gobernación del Tucumán, al sur del Virreinato del Perú. El ámbito jurisdiccional de la gobernación del Tucumán (1563) contenía una amplia diversidad ecológica derivada del gradiente altitudinal andino. Desde las tierras bajas de Santiago del Estero, emplazada a una cota de 200 m.s.n.m, el límite occidental de la jurisdicción alcanzaba los 6.000 metros de altitud, marcado por las altas cumbres de la cordillera de los Andes que le servía de lindero. En su interior, la jurisdicción de la ciudad de San Juan Bautista de la Ribera (1607), objeto de este proyecto, se emplazaba en el área de mayor altitud -entre los 2000 y 6000 metros- a espaldas de calchaquí hasta la cordillera nevada de Chile. A lo largo del XVI, las voces puna y huayco se incorporan al discurso colonial sobre el paisaje andino en reemplazo del término castellano páramo y quebrada, palabras que utilizaron los relatos más tempranos para referirse a los altiplanos de la cordillera (Quiroga 2014). En este período, fundante del dominio colonial, el impacto de la conquista alcanza también, el campo de la propia lengua del conquistador (Bravo García y Cáceres Lorenzo 2013, Estenssoro 2015). A través de una escritura destinada a la actividad administrativa y de gobierno, las autoridades coloniales expresaron la forma en que concebían la geografía andina y orientaban su acción política para dar forma a un paisaje colonial. En este contexto de la colonia temprana, donde se modela el paisaje político y económico del virreinato del Perú, el entorno geográfico de los andes, marcado por el relieve fragoso y la altitud, se presentaba a vista de la autoridad virreinal como refugio propicio para la resistencia. Continuando hacia el sur el relieve cordillerano de los Andes centrales, las áreas de Atacama y el Tucumán se muestran como espacios de rebeldía a lo largo de los siglos XVI y XVII (Martínez 2011, Lorandi 1988, Giudicelli 2009). Martínez establece para el Tucumán y el área de Atacama, un análisis del sentido de las categorías descriptivas sobre el paisaje y los territorios de las serranías andinas. La tierra alzada y fragosa como habitualmente se describía la región, se corresponde con indios alzados y belicosos, de modo que allanar la tierra representaba instaurar una relación de dominio con el ambiente y sus habitantes, en otros términos, dominar el paisaje (1992). En el campo de las representaciones sobre el paisaje y sus habitantes se establece una relación estrecha entre cartografías coloniales y las denominaciones de los colectivos indígenas. La cartografía sirvió para sintetizar y expresar en forma visual las conclusiones elaboradas desde el trabajo documental, sin embargo, la producción cartográfica de los siglos XVI y XVII quedó al margen del debate sobre el significado de las denominaciones coloniales como dispositivos de poder y control social (Martínez 2011, Giudicelli 2007). De esta forma, si el análisis de los textos encuentra en la cartografía un asidero para sus conclusiones propongo abordar este problema siguiendo el camino inverso: tomar la cartografía colonial como fuente histórica, buscando en la representación visual una alternativa a la perspectiva que arrojan los documentos escritos (Harley 2005, Cosgrove 2008).