INSTITUTO "DR. E.RAVIGNANI"   24160
INSTITUTO DE HISTORIA ARGENTINA Y AMERICANA "DR. EMILIO RAVIGNANI"
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
La fantasía científica argentina de entresiglos: cuatro episodios
Autor/es:
SOLEDAD QUEREILHAC
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Congreso; Segundo Encuentro Internacional de Literatura Fantástica. Mesa: Ciencia, ocultismo y literatura fantástica; 2015
Institución organizadora:
Biblioteca Nacional - Deptarmento de Letras, FFyL, UBA
Resumen:
En las décadas de entresiglos, se consolidó el primer capítulo de la narrativa fantástica en el Río de la Plata, nacida a la luz del heterogéneo mosaico de ?lo científico?. Su acta de nacimiento puede situarse en 1875, año en que el naturalista y escritor Eduardo Ladislao Holmberg publicó sus dos primeras nouvelles, Dos partidos en lucha y El maravilloso viaje del Señor Nic-Nac, cuyos subtítulos eran, respectivamente, Fantasía científica y Fantasía espiritista. Esos subtítulos daban nombre a una forma nueva en la literatura argentina que demandaba ser definida con categorías compuestas: la ?fantasía?, en primer lugar, en alusión a una ya existente tradición del relato fantástico iniciada por E. T. A. Hoffman y Edgar Allan Poe; y en segundo lugar, las adjetivaciones ?científica? y ?espiritista? que buscaban aclarar que no se trataba de un vago ejercicio de la imaginación sino de ficciones atentas a las ciencias y pseudociencias de su época. Mientras en la primera historia, Holmberg imaginaba una fabulosa polémica entre darwinistas y antidarwinistas en la ciudad de Buenos Aires, en la segunda conjeturaba un viaje a Marte, aunque no a través de naves espaciales sino de los poderes de un médium que lograba enviar el espíritu del protagonista al planeta rojo. Ambos relatos trabajaban, a su modo, sobre dos zonas de ?lo científico? finisecular ?el evolucionismo, la astronomía-, superponiéndolas a otras zonas como el psiquismo, la mediumnidad, las polémicas públicas entre científicos materialistas y los espiritistas, entre otras aristas. La fantasía científica y la fantasía espiritista eran aquí subtítulos que terminaron por definir juntos y de manera complementaria una novedosa modalidad de lo fantástico rioplatense profundamente deudora de los nuevos misterios inaugurados por las ciencias. Buena parte de los relatos posteriores de Holmberg, así como muchos relatos de Leopoldo Lugones, Atilio Chiáppori, Horacio Quiroga y en menor medida Ricardo Rojas pueden ser definidos, a grandes rasgos, como ?fantasías científicas? en la medida en que, inscriptos en el modo de lo fantástico, construyen sus casos sobrenaturales o anormales en base a una inseparable hibridación de la ciencia con los ocultismos, de lo material con lo espiritual y, por sobre todo, se nutren del heterogéneo, laxo e inestable imaginario de ?lo científico? vulgarizado. Si bien no todos los relatos fantásticos del período siguieron esta línea, ése fue el patrón dominante entre 1875 y las primeras décadas del siglo XX.