INSTITUTO "DR. E.RAVIGNANI"   24160
INSTITUTO DE HISTORIA ARGENTINA Y AMERICANA "DR. EMILIO RAVIGNANI"
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
La ?crítica de la economía política? en Marx y su incompatibilidad con el ?materialismo histórico?
Autor/es:
ACHA, OMAR
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Congreso; XIX JORNADAS DE EPISTEMOLOGÍA DE LAS CIENCIAS ECONÓMICAS 2013; 2013
Institución organizadora:
FCE
Resumen:
Una interpretación de amplia repercusión en los estudios marxistas situó la obra madura de Marx en el seno de una teoría de la historia cuyo nombre más habitual fue el de ?materialismo histórico?. Para esta interpretación una teoría ?materialista? de la historia basada en la centralidad asignada a la producción para la explicación de las sociedades fue el marco analítico donde se desplegó la crítica del capitalismo. En El capital Marx no habría sino la aplicación a una lógica societal específica, la capitalista, de una batería conceptual capaz, no obstante, de explicar el conjunto de la historia de las sociedades complejas. El argumento de esta ponencia sostiene que esa interpretación es errónea. La aspiración a brindar un encuadre histórico-material de la historia humana fue, es cierto, un proyecto del joven Marx, cuya plasmación más conocida es el llamado ?Manuscrito Feuerbach? (incluido por Riazanov en su edición de La ideología alemana). Todavía en Miseria de la filosofía esa concepción brinda los supuestos de una primera revisión de los esquemas de la economía política, y encuentra una formulación política en el Manifiesto comunista. No obstante, luego de la derrota de las revoluciones europeas de 1848 Marx ingresa a lo que José Sazbón denominó la ?primera crisis del marxismo?, y dio paso a una reformulación de su ?crítica?. El resultado de las nuevas investigaciones encaradas en el exilio londinense encuentra sus textos más significativos en los borradores (Grundrisse) de 1857-1858 y en El capital. Las categorías presentadas por Marx en esos escritos de madurez no pretenden ser conceptos fundados en una validez transhistórica. Por el contrario, son expresiones categoriales de relaciones sociales efectivamente existentes en una época y lugar históricos: las sociedades capitalistas euroatlánticas. Es verdad que Marx atribuye a algunas categorías (valor, producción, dinero, mercancía, fuerza de trabajo) un grado de abstracción que permitía analizar otras realidades sociales. No obstante, eso no las constituye en nociones universales sino en esquemas de inteligibilidad útiles para esclarecer relaciones sociales sustantivamente diversas a las prevalecientes en la sociedad capitalista pero justamente por eso iluminadoras de las peculiaridades de su lógica histórica. Por ejemplo, Marx discute en el pasaje sobre el ?fetichismo de la mercancía? del volumen uno de El capital las limitaciones de la circulación mercantil en sociedades precedentes al capitalismo y, por lo tanto, su incapacidad para disolver las relaciones sociales. No obstante, la crítica histórica a la economía política no es ?historicista? (es decir, no se restringe meramente al capitalismo), pues la elaboración de nociones que posibiliten explicar las diferencias sistémicas entre sociedades y, sobre todo, los procesos de transición, son intrínsecas al entendimiento de la propia génesis histórica de las abstracciones categoriales singulares de la sociedad analizada. La crítica de la economía política pertenece a la época de la economía política, es decir, a la sociedad burguesa. Esa crítica requiere una teoría de la historia, pero ya no como sinónimo de marxismo ni de cobertura conceptual de la crítica de la economía política. Esa teoría de la historia necesita del marxismo pero lo excede. De allí el carácter finito y los anclajes históricos de las nociones marxistas. El devenir ?materialista histórico? del marxismo participó de un proceso de positivización del marxismo operado por los teóricos de la Segunda Internacional y luego refrendada por el marxismo soviético. Una vez desanudado ese lazo conceptual inadecuado la ?crítica de la economía política? recupera la dimensión radicalmente crítica (o revolucionaria) y negativa (o política) de su impugnación del orden objetivo y subjetivo de la sociedad actual.