INSTITUTO "DR. E.RAVIGNANI"   24160
INSTITUTO DE HISTORIA ARGENTINA Y AMERICANA "DR. EMILIO RAVIGNANI"
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Habitar la Puna, Historias de ocupación de arquitecturas domésticas. Punta de la Peña (Antofagasta, Catamarca).
Autor/es:
LAURA QUIROGA
Lugar:
Sucre
Reunión:
Congreso; Seminario. Cartografías de lo doméstico. VII Congreso Asociación de estudios bolivianos.; 2013
Institución organizadora:
Asociación de Estudios Bolivianos
Resumen:
La forma arquitectónica -el espacio diseñado, construido y habitado- establece una relación inseparable entre vida cotidiana, práctica y relaciones sociales. Entendemos el concepto de habitar en términos de una experiencia cotidiana de los espacios construidos, generadores de hábitos de vida y en ese camino, de relaciones de producción y reproducción social. El foco de este trabajo se encuentra entonces, en el desarrollo de una metodología de relevamiento arquitectónico y representación gráfica de la vivienda y espacios comunes -integrados e integradores como áreas de producción y de circulación entre otros sentidos posibles- que busque dar cuenta del acto de diseñar y construir espacios como una práctica específica a partir de la cual, se desarrolla la vida cotidiana. El área puneña de Antofagasta de la Sierra emplazada a 3500 m.s.n.m. (Provincia de Catamarca, Argentina) presenta ocupaciones de larga duración que atraviesan la historia prehispánica, colonial y republicana. Los sitios arqueológicos de la región muestran un juego complejo de transformaciones y continuidades. En relación con ello, Urton sostiene que es necesario precisar ??en qué consisten estas continuidades como preguntas que deben guiarnos en los estudios sobre la reproducción y transformación? ? (1999: 32). Las peñas que se elevan por sobre la planicie puneña representan un rasgo destacado del paisaje seleccionado como geoforma de emplazamiento de una variedad de instalaciones que exhiben una extensa profundidad temporal. Entre ellos, el sector denominado Punta de la Peña representa un emplazamiento de espacios habitados en una sucesión discontinua de asentamientos con arquitectura en piedra. En este trabajo planteamos las excavaciones realizadas en el Sector C de Punta de la Peña 3 cuya planta arquitectónica se extiende a lo largo de la peña que le sirve de basamento, integrando a su diseño y construcción, la textura del terreno. El resultado del proceso de erosión eólica genera una superficie inclinada contigua a la base de la peña salpicada de bloques de diversos tamaños desprendidos por la acción de agentes erosivos. Esta distribución azarosa e irregular de los bloques genera una superficie ?a la que denomino textura del terreno- sobre la que se asientan los recintos a modo de soporte. La forma arquitectónica se integra a la geoforma de emplazamiento, utilizando como materiales de construcción los bloques que se depositan al pie de la peña, producto de la erosión y el derrumbe. Por esto, los muros representan una continuidad visual con el soporte producto de la reiteración de colores y formas presentes tanto en los muros como en el terreno. Con el fin de interpretar el proceso de construcción de los espacios se realizó un relevamiento planimétrico y arquitectónico para elaborar un plano que reprodujera como rasgo significativo, la textura del terreno. Para esto se incorporó al dibujo la irregularidad morfológica de los bloques naturales integrados al diseño de los recintos. El relevamiento arquitectónico y planimétrico realizado da cuenta de una articulación entre dos clases de recintos: residenciales y no residenciales. La identificación de estos espacios se establece a partir de características arquitectónicas diferenciadas entre ambas clases de recintos. Formas ortogonales, muros dobles, vanos de acceso y escalones que orientan la circulación constituyen rasgos diagnósticos para identificar espacios residenciales. A esto se suma la nivelación de la superficie intramuros y el desnivel entre espacios arquitectónicamente vinculados que se salvan a través de vanos y escalonamientos. Los espacios no residenciales -a los que identificamos como espacios productivos- reciben un tratamiento arquitectónico de menor calidad en la construcción de muros y, a su vez, un diseño de menor complejidad en cuanto a rasgos morfológicos. Esto se expresa en sus formas irregulares que acompañan la pendiente natural del terreno, o bien, bloques rocosos que se integran al diseño sin presentar mayor tratamiento de sus superficies y aristas. De este modo, conforman muros que cierran y delimitan espacios, sin alterar el entorno y la textura del paisaje. Así, las diferencias arquitectónicas entre espacios contiguos ?residenciales y no residenciales- se expresan visualmente de un modo notable. Sobre la base de esta observación de superficie se estableció una interpretación funcional de los recintos que integran el Sector C. Se identificaron recintos de habitación, recintos no-residenciales o productivos y un área de espacios semi-cubiertos a modo de galería. La planimetría muestra una disposición lineal de las habitaciones acompañando la forma natural de la peña que actúa como soporte de las estructuras construidas. De esta forma, la circulación está determinada por la distribución lineal y contigua de los recintos siguiendo un recorrido desde los extremos ocupados por las unidades residenciales, hacia un espacio central de mayor amplitud en el que confluye la circulación. El tamaño de este recinto sumado a la presencia de un muro que encierra un sector amplio, sugiere que se trata de un recinto utilizado como patio o corral, funcionalidades que aparecen combinadas con mucha frecuencia en la zona y que la excavación arqueología permitió corroborar. Junto con el análisis de la configuración de espacios buscamos generar una secuencia ocupacional de estos espacios considerando la estratigrafía de muros en relación con la estratigrafía sedimentaria, la cronología de la ocupación y el abandono de las instalaciones a través de las dataciones radiocarbónicas, con el fin de registrar comparativamente, continuidad o abandono, remodelación y resignificación de espacios construidos. Como resultado de las excavaciones arqueológicas y análisis de diseño arquitectónico reconstruimos una historia ocupacional de larga duración que expresa en términos materiales, un modo de habitar el entorno puneño históricamente situado en relación con la variabilidad de la geografía andina.