INSTITUTO "DR. E.RAVIGNANI"   24160
INSTITUTO DE HISTORIA ARGENTINA Y AMERICANA "DR. EMILIO RAVIGNANI"
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Prácticas, representaciones y materialidades. La producción histórica del colonialismo tras las consumidoras indígenas. Charcas, Siglo XVI
Autor/es:
ANA MARÍA PRESTA
Lugar:
Viena
Reunión:
Congreso; 54 Congreso Internacional de Americanistas; 2012
Institución organizadora:
Universidad de Viena
Resumen:
Las sociedades indígenas que sufrieron la invasión y conquista española en los Andes Meridionales configuraban unidades políticas de considerable sofisticación situadas en un espacio caracterizado por la diversidad ecológica y la forma de asentamiento salpicada o discontinua. Habían trascendido las jefaturas políticas para federarse y confederarse a fin de optimizar la producción y circulación de bienes que, hasta donde la historiografía sostiene a la fecha, contribuían a la autosuficiencia o autarquía económicas vehiculizadas a través de los vínculos de parentesco y las alianzas interétnicas fundadas en paradigmas de complementariedad ecológica y simbólica frente a la ausencia del mercado. A la llegada de los españoles, las entidades políticas de los Andes Meridionales estaban insertas en el Tawantinsuyu, de manera que eran tributarias de un estado mayor que exigía distintas obligaciones conforme a sus necesidades de defensa o expansión militar, disponibilidad o carencia de recursos materiales y humanos, especialización productiva o fidelidad política, todo lo cual se medía en tiempo de trabajo y energía humana. La conquista de América resultó en la incorporación de ?otros? súbditos a la corona castellana lo cual trajo aparejado, asimismo, la superposición de una cultura material sobre otra, de manera que las interacciones humanas también sugieren las materiales. El dominio colonial integra el control simbólico y material de las prácticas, a través de las cuales los actores producen y reproducen las bases de su existencia. Un nuevo sistema de poder y su representación implican construir, justificar y reproducir asimetrías que requieren un nuevo disciplinamiento social, involucrando la realidad de lo material y lo cotidiano. Entendemos que los sistemas simbólicos son productos sociales que engendran el mundo, que no sólo reflejan relaciones sociales sino que las construyen, de manera tal que es factible la transformación del mundo transformando su representación. De allí que las luchas por generar y reproducir una sociedad colonial ponen en juego prácticas, actores, representaciones y categorías construidas, también, desde la cultura material. Los objetos construyen, crean y reproducen relaciones sociales en la vida cotidiana. La materialidad construye, de este modo, la experiencia social, en tanto involucra la inmaterialidad de la vida material (agencia y significado) y los atributos formales de los objetos, entendidos como categorías relacionales. Sin perder de vista la desigualdad, la dominación y la violencia que engendra el colonialismo, utilizaremos la perspectiva de lo material como intersección de relaciones sociales y vida material para develar, tras los documentos, la vigencia, resignificación e introducción de ciertos bienes que se construyen en marcadores identitarios, a la vez que en vehículos de las relaciones sociales. Los escasos bienes del mundo rural indígena se incrementaron con la introducción de otras tecnologías y necesidades de producción asociadas al mercado. En el mundo urbano, indios y españoles convivieron en la ?buena policía? que también se implantó, aunque con otra dinámica y demandas, en las áreas rurales. El gusto, el vestido, los enseres y objetos cotidianos se transformaron, se incorporaron, se reutilizaron y adquirieron ?valor?, al llegar a las manos de los nuevos consumidores. Los bienes de prestigio del reciente pasado imperial incaico adquirieron precio de mercado, a la vez que sostuvieron su apreciación simbólica, aunque difundidos y utilizados, consumidos y reciclados por otros usuarios, en tanto la conquista obliteró las viejas jerarquías, creando otras nuevas. De manera tal que la economía política del colonialismo se funda en el estudio de la cultura material, sobre la cual--y dentro de la estructura familiar castellana y la indígena--efectúo una genealogía y biografía de los objetos, al comprobar su centralidad, utilidad y derivación en las desigualdades sociales, que son tributarias del consumo y/o su inhibición. Dentro del espacio andino reconfigurado, abordaré a un conjunto de indígenas que poblaron el paisaje urbano de La Plata, sede de la Real Audiencia de Charcas, hoy Estado Plurinacional de Bolivia, durante el último tercio del siglo XVI y comienzos del XVII junto a sus bienes de uso cotidiano y personal. Ese abordaje me permitirá recuperar históricamente la producción del colonialismo tras las representaciones que nos acercan a la materialidad de las prácticas y las cosas. En esta instancia, las variables de raza, clase, etnicidad y género proveerán de dinámica interpretativa a las situaciones y lógicas de la desigualdad del uso y del consumo de ciertos bienes, alrededor de los cuales se atisban las identidades y las negociaciones y articulaciones tendientes a definirlas. La investigación propuesta se funda en una colección vasta de fuentes de archivo, cuya centralidad obedece al examen de los Protocolos Notariales de la ciudad de La Plata, donde se hallan inventarios de bienes, dotes y testamentos de indios, en torno a los cuales queda al descubierto el mundo urbano temprano colonial, sus relaciones sociales y la jerarquía de los objetos.