Prácticas evocativas en los museos históricos bonaerenses

MARÍA ELIDA BLASCO

Forjando

Banco de la Provincia de Buenos Aires

Lugar: Buenos Aires; Año: 2014 vol. 00 p. 70 - 80

2313-9021

Según los diccionarios la acción de ?evocar? está vinculada al ejercicio de ?traer algo a la memoria o a la imaginación?: recordar, revivir o rememorar son algunos de sus sinónimos. Tal como las entendemos en estas páginas, las prácticas evocativas están conformadas por el conjunto de acciones tendientes a provocar el recuerdo de alguna época, período o acontecimiento ocurrido en el pasado, que por algún motivo son considerados de importancia para algún grupo social. Que los museos - y sobre todo los museos históricos- estén relacionados con la evocación parece una obviedad, pero no es tan elemental reflexionar sobre el tipo de estrategias utilizadas para provocar y orientar la evocación en el público visitante. Durante las décadas de 1920 y 1930 la provincia de Buenos Aires incrementó notablemente sus prácticas evocativas mediante la puesta en funcionamiento de un conjunto de iniciativas culturales de muy diversa índole impulsadas por los directores y promotores de museos históricos. En 1923 se inauguró el Museo Histórico y Colonial de la Provincia de Buenos Aires con sede en la ciudad de Luján: actualmente conocido como ?Museo de Luján?, fue el primer museo histórico instalado en territorio bonaerense. Varios años más tarde ? durante la década de 1930- se establecieron nuevas instituciones organizadas bajo influencia de esta experiencia: el Museo de la Casa del Acuerdo de San Nicolás, el Parque Criollo y Museo Gauchesco ?Ricardo Güiraldes? en San Antonio de Areco, el Museo Regional con sede en el Parque Evocativo ?Los Libres del Sur? de Dolores y el Museo Pampeano organizado dentro del parque homónimo de Chascomús. Visto en su conjunto, la organización de estos museos trajo aparejado algo más que nuevos espacios expositivos para los interesados en la historia.