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Las áreas protegidas han crecido exponencialmente en el siglo XX y XXI, paralelamente al desarrollo de un nuevo paradigma que pone a la conservación en una perspectiva territorial, es decir que busca integrar la protección de la biodiversidad con aspectos culturales, sociales y económicos del territorio en que se insertan. El objetivo de la ponencia es reflexionar sobre los desafíos que este nuevo enfoque tiene para la gestión, a partir de analizar el grado de articulación de las áreas protegidas en las normativas y planes de ordenamiento territorial de diferentes municipios de la provincia de Buenos Aires (Argentina). Se obtuvo que, en general, las áreas protegidas tienen un rol marginal en la gestión del territorio y que aparecen sesgadas por la tradicional visión biologicista o bien una puramente economicista, que las simplifican. Dicho sesgo también fue identificado en gran parte de la bibliografía científica consultadas. Consideramos que la continuidad de estas visiones estrechas puede ser una causa de la escaza visibilidad de las áreas protegidas en las políticas. Proponemos que es necesario profundizar y difundir sobre los beneficios sociales y culturales de estas figuras de conservación para alcanzar una fundamentación más completa que tienda a su reposicionamiento y verdadera integración en la gestión territorial.