IBIMOL   23987
INSTITUTO DE BIOQUIMICA Y MEDICINA MOLECULAR PROFESOR ALBERTO BOVERIS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
La enseñanza de la química universitaria: tensiones entre la experiencia docente y la formación académica.
Autor/es:
REPETTO, MARISA
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Congreso; Primer Congreso en Docencia Universitaria. Universidad de Buenos Aires.; 2013
Institución organizadora:
Universidad de Buenos Aires
Resumen:
La interacción del docente y el alumno genera un proceso de intercambio que enriquece a ambos actores en el sistema educativo. La interacción entre el docente y el alumno ejercen un efecto disparador en el proceso de enseñanza y en la respuesta del alumno en su propio proceso de aprendizaje. Desde la perspectiva del docente, cuando éstos están comprometidos con la buena enseñanza incorporan metodologías y prácticas que enriquecen la enseñanza y que generan en el alumno una impronta que les permite adueñarse del conocimiento que imparten. Un mensaje que refleja este concepto es el que expresa la Licenciada Mariana Maggio en los agradecimientos de su libro “Enriquecer la enseñanza. Los ambientes con alta disposición tecnológica como oportunidad”. La lectura de este párrafo me emocionó profundamente, ella dice “No alcanza con decir que estoy agradecida para dar cuenta de lo que significa haber sido alumna de la mejor maestra que soy capaz de imaginar” (Maggio, 2012). La imagen potente de docente que transmite esta reflexión me hace pensar en la importancia del rol del docente en su interacción con el alumno y surge la pregunta: ¿Qué mensaje debemos dar a los alumnos para que podamos transmitir una buena enseñanza? Los ejemplos transmitidos por docentes preocupados por la buena enseñanza marcan la trayectoria de los futuros docentes, su rumbo y el perfil de docente, la formación académica y la constante actualización imparten la impronta de un docente comprometido y los convierte en verdaderos “maestros”. La perspectiva del docente hacia la enseñanza de los contenidos y la aplicación del currículo en el aula cambia según su trayectoria académica y profesional, es decir desde la perspectiva del docente-estudiante (ayudantes de laboratorio), docente novel recientemente graduado, y docente con amplia experiencia adquirida a lo largo de muchos años de trayectoria frente a los alumnos (experimentados) en la enseñanza de la Química. Entonces surge un nuevo interrogante: ¿Existen diferencias en las buenas prácticas de la enseñanza a lo largo de la trayectoria académica del docente? Para responder estos interrogantes acudí a la narrativa de mis experiencias docentes, y a partir de ellas reflexionar acerca de los distintos aspectos de mis prácticas docentes en diferentes momentos de mi trayecto académico. Para ello dividí esta trayectoria en cuatro trayectos: inicial, pre-doctorado, después del doctorado y posterior a la carrera docente. Trayecto inicial: Como ayudante de segunda ingresé a la vida académica cuando era estudiante del ciclo común de las carreras de Farmacia y Bioquímica, cuando aún estaba en tercer año de la carrera. Trayecto pre-doctorado: abarca desde mi graduación como bioquímica hasta que recibí el titulo de posgrado de Doctora de la Universidad de Buenos Aires. Trayecto post-doctorado: abarca desde el doctorado hasta la finalización de la carrera docente. Trayecto posterior a la carrera docente: abarca desde el momento en que recibí el título de Docente Autorizada hasta la actualidad. Del análisis del relato surgen dos reflexiones importantes. La primera es acerca de las diferentes instancias en mi trayectoria académica que están marcadas por cambios en la formación docente, desde docente-estudiante (ayudante de segunda antes de graduarme como bioquímica), docente-graduado: ayudante de primera, antes de doctorarme, y jefe de Trabajos prácticos, posterior al doctorado, profesora adjunta al finalizar la carrera docente, y como profesora transito la última etapa de la Maestría en Docencia Universitaria. La segunda reflexión se relaciona con el desempeño profesional, investigadora ayudante y técnica de laboratorio en la etapa inicial, luego estudiante de doctorado, con desarrollo de tareas de investigación en el marco del doctorado, ya Doctora de la UBA, mi labor docente se amplió hacia la formación de estudiantes en tareas de investigación científica, becarios y tesistas, es decir a la docencia de grado le sumé la docencia en el área de investigación, dirigí mis propios proyectos y colaboré con otros investigadores. La incorporación de becarios y tesistas como “nuevos alumnos” en una instancia diferente en el marco de la educación superior, me enfrentó a un nuevo desafío. Por un lado, enfrentar la situación de un “volver a aprender a enseñar” utilizando herramientas didácticas y estrategias pedagógicas diferentes a las de la enseñanza de la química básica. Por otro lado surge la necesidad de la formación como docente en áreas diferentes a la disciplina que enseñaba en el grado, y esta acción se ve fortalecida por la experiencia que me dio la trayectoria docente. Un buen docente es aquél que sabe el contenido disciplinar y que, además, tiene la capacidad de facilitar procesos de aprendizaje. Surgió entonces un nuevo interrogante ¿Como docente de química básica puedo convertirme en docente de nuevos científicos en otro contexto, más aplicado, científico y tecnológico? ¿Qué nuevas estrategias debo emplear? La respuesta a este interrogante es que la buena formación docente no es más la que transmite muchos contenidos sino la que es capaz de desarrollar en los futuros docentes las competencias (saber y saber hacer) hoy en día consideradas esenciales en el desempeño del rol docente y en la formación de los alumnos. Como resultado final del metanálisis surge la respuesta, la experiencia docente acumulada en los años de trayectoria en la enseñanza de la química en las carreras de grado me brindó el andamiaje de la práctica y los contenidos sobre los que se apoyan los contenidos epistemológicos que me brindó la formación académica, estudios que preparan a los docentes para el ejercicio de la actividad docente (cursos de posgrado, años de experiencia docente, carrera docente y maestría). A su vez, la pedagogía y las Ciencias de la Educación aportan sentido a mis prácticas docentes, permitiendo resolver conflictos y adaptarse a los estímulos. Actualmente, la Maestría en Docencia Universitaria me brinda una mirada más amplia sobre los objetivos de mis prácticas docentes en un contexto disciplinar basado en el conocimiento. Palabras clave: docente novel, enseñanza, didáctica, trayectoria docente, química universitaria