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La enseñanza de la química básica constituye un desafío en el sistema educativo, tanto en el nivel medio como en la educación superior. Los obstáculos epistemológicos en el aprendizaje de esta ciencia es un tema recurrente en los alumnos que ingresan a la universidad. La implementación de nuevas tecnologías en el aula y la modalidad de educación a distancia constituyen un nuevo paradigma en el campo de la enseñanza de la química. Este artículo resume algunas de las observaciones que he realizado durante varios años de docencia en la enseñanza de la química a alumnos que comienzan su trayecto académico en la educación superior. Se suma a esta experiencia una nueva mirada, como docente en la cual convergen la modalidad presencial y a distancia en entornos virtuales de enseñanza y aprendizaje de la química. Es una tarea y un desafío para los docentes hacer que converjan ambas en un punto en común: el aprendizaje de los alumnos. Relato de mi experiencia en la transición al cambio de la clase presencial, semipresencial y a distancia en la enseñanza de la química. En este relato intento transmitir algunas experiencias y situaciones que debí enfrentar siendo docente con experiencia en la enseñanza de la química universitaria en la dinámica de clases presenciales, para adaptarme a la nueva situación de modalidad virtual y a distancia. La primera experiencia en el campo de las TIC´s fue cuando en la Cátedra de Química General e Inorgánica, por iniciativa de la Dra. Llesuy, profesora a cargo de la materia Química General e Inorgánica, de la Facultad de Farmacia y Bioquímica (UBA) comenzamos a utilizar el campus virtual de nuestra asignatura. Las primeras actividades en las que participé tenían relación con las consultas de los alumnos en un foro de consultas específico a mis clases teóricas. Responder las dudas y consultas de los alumnos no me resultaba fácil en un principio ya que había que ser concisa, clara y con respuestas cortas y puntuales. El primer desafío fue considerar la redacción de mis respuestas. La modalidad presencial requiere un compromiso diferente, ya que en el lenguaje oral se puede explicar un mismo contenido utilizando frases más largas, ejemplos, y si el alumno no entiende, cambiar el discurso hasta que la idea se entienda. En el lenguaje escrito, utilizando los foros de consulta, el mensaje debe seguir siendo claro pero acotado a la idea principal que responde la duda puntual del alumno. Recurrí entonces a los conocimientos que adquirí en la carrera docente, ya que debía incorporar a mi discurso habitual un lenguaje más amplio que agilizara la lectura del lenguaje simbólico característico de la química. Para facilitar mi tarea decidí capacitarme en el área y me inscribí en algunos cursos virtuales de formación y capacitación. Allí aprendí nuevas herramientas que me permitieron incorporar el uso de TIC´s en mis prácticas docentes. Pude ampliar el panorama de mis prácticas docentes utilizando nuevas herramientas didácticas en las clases, videos cortos e imágenes que resultaran potentes en determinados temas generadores de la química. Pude además manejar el campus, incluir la información y actividades para mis alumnos y la interacción a través del foro fue haciéndose más fluida a medida que yo me sentía más familiarizada con la herramienta. El nuevo desafío pude vencerlo nuevamente mediante la capacitación. A esto se le sumó la creatividad, ya que el diseño de mis clases y actividades al estar publicadas en la web y el campus virtual requerían no solamente del contenido y la didáctica que hasta el momento eran los objetivos de mis clases sino también la presentación, estética y diseño. Hasta ese momento el uso de las TIC´s eran un complemento de las clases presenciales en mis prácticas docentes, con una fuerte convicción de que la química sólo podía aprenderse mediante la interacción directa entre el docente y el alumno, en el aula frente al pizarrón y en el laboratorio, con la práctica en contacto directo con tubos de ensayos y reactivos. El desafío mayor se presentó en agosto del año 2012 cuando me ofrecieron la posibilidad de dictar clases de química en el Programa de educación a distancia de la UBA (UBA XXI). Enfrentarme a esta nueva situación era un verdadero desafío ya que implicaba poner en acción muchas de las herramientas pedagógicas, didácticas y epistemológicas que había estudiado en los cursos de formación y capacitación docente, la Carrera Docente, las primeras materias de la Maestría en Docencia Universitaria y el uso de TIC´s. Esta tarea requería además del conocimiento de los contenidos, la habilidad y creatividad para elaborar las respuestas, se requieren tiempos diferentes, respuesta inmediata, puntual, clara y concisa. En cuanto al diseño de material didáctico en un entorno virtual la creatividad es una nueva habilidad que es necesario desarrollar. Conclusión. La convergencia de la práctica docente en diferentes entornos representa un desafío actual para muchos docentes. En el caso particular de la enseñanza de la química, como docente con experiencia en entornos presenciales, la modalidad virtual: semipresencial y a distancia significó para mí un cambio que me llevó a repensar mis prácticas docentes. El entorno presencial estimula la relación directa entre el docente y el grupo de los alumnos, sin embargo en un entorno virtual, la fortaleza que presenta esta modalidad es que la comunicación es personalizada, se establece un vínculo comunicacional con los alumnos que sienten interés y pertenencia a la tribu académica que eligieron, ya que a los alumnos actuales esta modalidad de comunicación los acerca a la fuente de información, que en este caso, somos sus docentes. Para desarrollar al máximo las fortalezas y enfrentar las debilidades de cada una de las modalidades se requieren: formación, conocimiento, experiencia, habilidad y creatividad. Es una tarea y un desafío para los docentes hacer que converjan ambas modalidades de enseñanza en un punto en común: el aprendizaje de los alumnos. Palabras clave: educación a distancia, enseñanza, tecnología, educación presencial, química universitaria