UNIDEF   23986
UNIDAD DE INVESTIGACION Y DESARROLLO ESTRATEGICO PARA LA DEFENSA
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
IV JORNADA DE INVESTIGACIÓN DE LA UNIVERSIDAD CAECE
Autor/es:
PAULA GONZALEZ; A. C. TOLOZA; LAURA HARBURGUER
Reunión:
Jornada; IV JORNADA DE INVESTIGACIÓN DE LA UNIVERSIDAD CAECE; 2018
Resumen:
Percepciones y prácticas de la comunidad acerca de las enfermedades transmitidas por el mosquito Aedes aegyptiIntroducciónEl dengue es una infección viral aguda causada por un flavivirus y transmitida por el mosquito Aedes aegypti (L.). Es la enfermedad más importante entre las virales transmitidas por artrópodos y se ha convertido en un problema creciente para la salud pública mundial. Por otro lado, los casos debidos a la fiebre de Chikungunya (una enfermedad viral también transmitida por mosquitos) han ido en aumento; en 2014 fue el primer brote con transmisión autóctona en las Américas con más de 4000 casos confirmados, mientras que en 2015 hubo más de 34,000 casos confirmados y 600,000 sospechosos. El virus Zika, también transmitido por este mosquito, ha registrado varios brotes en América desde 2015, algunos asociados con nacimientos de bebés con microcefalia. Finalmente la fiebre amarilla, enfermedad para la cual existe vacuna, ha resurgido en los últimos años, con brotes muy importantes en Brasil en 2017 y 2018.En 1986, Ae. aegypti volvió a ingresar en las provincias del norte y centro de Argentina, alcanzando niveles de infestación incluso más altos que los observados previamente en períodos anteriores a la campaña de erradicación en 1964. En 1997, el dengue fue reintroducido en Argentina por personas infectadas con antecedentes de viaje a Brasil, Ecuador y Venezuela y los brotes se confirmaron en las provincias del norte cercanas a los países endémicos (Salta, Jujuy, Misiones, Formosa y Corrientes), resultando en alrededor de 4,700 casos de dengue hasta 2007. A principios de 2009, Argentina reportó más de 26.000 casos de esta enfermedad, incluso en provincias donde antes no había registro del virus (Ministerio de Salud Nacional, Boletines Entomológicos de Salud). Finalmente en el año 2016 se produjo la epidemia más grande que ha enfrentado nuestro país con más de 41.000 casos.En 2016, ocurrió en nuestro país el primer brote de fiebre Chikungunya con casos en las provincias de Salta (329 casos) y Jujuy (9 casos) en la frontera con Bolivia. En el mismo año, reportamos el primer caso de transmisión local del virus del Zika a través de relaciones sexuales en Argentina y luego, el primer brote de transmisión por Aedes registrado en la provincia de Tucumán, con 25 casos confirmados. En relación con la vigilancia de las complicaciones asociadas al virus del Zika, de 7 mujeres embarazadas que presentaron la enfermedad, uno de los niños presentó varias malformaciones, constituyendo el primer caso de síndrome congénito asociado con el virus del Zika en Argentina. Con respecto a la fiebre amarilla hasta junio de 2018 se han detectado 7 casos importados con antecedentes de viaje a Brasil; de los cuales se han producido 3 muertes en personas no vacunadas.El control del mosquito Ae. aegypti se dirige principalmente a las etapas larvales (educación, eliminación de criaderos y uso de larvicidas) para reducir la generación de nuevos mosquitos adultos. El control del mosquito adulto se realiza a través del rociado espacial con adulticidas que se lleva a cabo durante los brotes de la enfermedad(WHO, 1995). Sin embargo, no todos los sitios de cría pueden eliminarse totalmente o hacerse a prueba de mosquitos, y es difícil involucrar a todos losmiembros de una comunidad en una campaña de control sostenido. Además, ni los adulticidas ni los larvicidas son completamente efectivos en el control de Ae. aegypti (Ayesa y cols. 2006,Pilger y cols. 2010).Para que un programa de control del mosquito Ae. aegypti sea sostenible en el tiempo requiere la participación de la comunidad. Como se ha indicado en varios trabajos, las estrategias de participación comunitaria en áreas urbanas son difíciles de mantener debido a que la comunidad a menudo carece de cohesión y no mantiene los esfuerzos de control (Espinoza-Gómez y cols. 2002, Lardeux y cols. 2002). Por otro lado, las campañas educativas presentaron resultados diferentes en cuanto a la reducción de los índices entomológicos (aquellos que miden la abundancia del vector), mientras que algunos estudios muestran que tienen efectos limitados (Lloyd y cols. 1992, Rosenbaum y cols.), otros encontraron un descenso de estos índices (Espinoza-Gómez y cols. 2002). Harburguer y cols. (2011) realizaron un trabajo en una zona endémica realizando primero un taller de capacitación acerca del control del mosquito y las enfermedades que trasmite, seguido por la entrega de una herramienta para su control que puede ser usada por la comunidad.Este trabajo mostró que el 88% de los residentes de la zona estaban muy preocupados por contraer dengue; sin embargo, esevidente que no se tuvo en cuenta el taller de capacitación como parte de un programa de participación comunitaria, ya que sólo el 16% de los residentes asistió.Por otro lado, la herramienta de control entregada (pastilla fumígena) fue ampliamente aceptada; el 81% de los residentes que la recibieron la aplicó, y los índices entomológicos (la variable empleada para cuantificar la densidad poblacional de mosquitos) mostraron que tuvo la misma efectividad cuando fue aplicada por la comunidad que cuando lo hizo el personal del Programa Nacional de Control de Vectores. Es interesante destacar que los residentes que no aplicaron la pastilla fumígena (19%) tampoco asistieron al taller de capacitación. Aunque el 80% de los residentes prefieren aplicar la pastilla fumígena ellos mismos, la mayoría dijo que la capacitación previa fue fundamental, aunque esto se contradice con el hecho que solo unas pocas personas asistieron al taller de capacitación correspondiente.Esto demuestra que la comunidad es capaz de participar en un programa de control de los mosquitos a través del uso de herramientas de control de uso no profesional. Por otro lado, habría que buscar aproximaciones alternativas a los talleres de capacitación, ya que no toda la comunidad está dispuesta o tiene tiempo disponible para asistir; indicando que una estrategia basada exclusivamente en programas de comunicación orientados a promover cambios culturales no siempre es adecuada o produce los resultados esperados.El presente proyecto propone abordar las percepciones y prácticas de la comunidad acerca de las enfermedades trasmitidas por Ae. aegypti a través del abordaje de la pregunta ¿Qué del dengue les da miedo? El conocimiento del aspecto psicológico relacionado con el interés y motivación de la población a participar de la prevención de estas enfermedades podría ser usado en las futuras campañas de prevención del Ministerio de Salud.Para esto se formará un equipo interdisciplinario e interdepartamental entre el Departamento de Psicología y el Departamento de Biología de la Universidad CAECE.En este trabajo participarán las Dras Laura Harburguer y Paula Gonzalez y el Dr Ariel Toloza pertenecientes al Centro de Investigaciones de Plagas e Insecticidas (CIPEIN). Este Centro está orientado al diseño, desarrollo y aplicación de estrategias de manejo de las poblaciones de insectosplaga con el objetivo de reducir la transmisión de enfermedades humanas. Actualmente es centro de referencia de la Organización Mundial de Salud en estudios de susceptibilidad y resistencia a insecticida en vectores de Chagas y Dengue.Por otro lado, la Dra. Silvia Copelli y la Lic. Viviana Maller son las respectivas directoras de los departamentos de Biología y Psicología de la Universidad CAECE.Además, se cuenta con la participación de Mundo Sano, una fundación privada sin fines de lucro que tiene como objetivo transformar la realidad de las personas afectadas por enfermedades desatendidas. El Chagas, las Geohelmintiasis, Hidatidosis, Leishmaniasis y aquellas transmitidas por mosquitos como el Dengue, Zika y Chikungunya, son algunas de las que afectan a los sectores más vulnerables, causando graves consecuencias en la salud de quienes las padecen. Nuestro contacto y colaboradora en el proyecto será la Lic. Andrea Gómez-Bravo.La información que sea obtenida de este proyecto será empleada en diversas materias de los departamentos de Biología y Psicología de la Universidad CAECE.