CIVETAN   23983
CENTRO DE INVESTIGACION VETERINARIA DE TANDIL
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Pólipo inflamatorio post otitis por Lagochilascaris minor en un gato
Autor/es:
SANCHEZ, ROMINA; SCAGLIA, NICOLÁS; NEJAMKIN, PABLO; ALVAREZ, MARCELO ANIBAL; SAPPIA, DANIEL; DENZOÍN VULCANO, LAURA; SPAMPINATO, MARÍA FLORENCIA; CAVILLA, MARÍA VERÓNICA; GUTIERREZ, MARÍA VERÓNICA; GONZALEZ, CLAUDIA; CLAUSSE, MARÍA; FOGEL, FERNANDO ADRIÁN; AMADO, ALE; DEL SOLE, MARÍA JOSÉ
Lugar:
Tandil
Reunión:
Congreso; I Congreso Internacional de Medicina Interna de Animales de Compañía; 2014
Institución organizadora:
Hospital Escuela de Pequeños Animales, FCV, UNCPBA
Resumen:
Descripción del caso: El 24 de Junio
de 2013 es ingresado a consulta al Hospital Escuela de Pequeños Animales,
FCV-UNCPBA, un felino mestizo pelo corto, adulto, peso 4,6 kg, rescatado por los
alumnos en la zona del Campus Universitario.
Hallazgos clínicos: En la
inspección clínica, se observó un estado general malo,
presentando una inclinación lateral izquierda de la cabeza, con lesiones dérmicas
en la zona dorsal del cuello y lumbar, consistentes con depilación,
escoriaciones y cicatrices por rascado, presencia de una descarga ótica
purulenta del oído ipsilateral, con mucosas levemente pálidas y manifiesto dolor
a la palpación cervical. Se realizaron dos radiográficas, con incidencia latero-lateral
del cuello y ventro-dorsal de la cabeza, en las que no se observaron
anormalidades. Luego, se procedió a la realización de un hisopado ótico, el
cual permitió diagnosticar otitis por Lagochilascaris
minor por la visualización de huevos característicos de este parásito. El
tratamiento realizado consistió, entonces, en una única dosis de 300 mg totales
de ivermectina, vía subcutánea (Meltra Endectocida®,
Laboratorio Brouwer, indicación extramarbete), ceftiofur, 150 mg totales
(Cetfur®, Laboratorio Brouwer), y dexametasona 4 mg totales (Dexametasona
Lamar®, Laboratorio Lamar), ambas por vía intramuscular (IM) cada 24
h durante 25 días. Sin lesiones dérmicas ni óticas, pero aún con la cabeza
inclinada hacia el lateral izquierdo, el animal es trasladado a la Sección
Gatiles de la FCV, UNCPBA. El 23 de Septiembre de 2013 presentó una
exacerbación repentina de las lesiones dérmicas. Se efectuó un raspado dérmico
y se realizaron biopsias de piel para estudio histopatológico. Los resultados de
ambas pruebas fueron compatibles con dermatitis crónica por lesiones de rascado.
Se efectuó un tratamiento con ceftiofur, 150 mg totales (Cetfur®,
Laboratorio Brouwer) y dexametasona, 4 mg totales (Dexametasona Lamar®,
Laboratorio Lamar), ambas por vía IM cada 24 h hasta la mejoría clínica (10
días), luego se lo restituyó a la colonia. El 31 de Marzo del 2014, el felino fue traído a consulta por una masa
rosada que emergía desde el oído izquierdo. Se realizó un examen endoscópico, donde
se observó una masa proveniente de la membrana timpánica, sin poder definir si ésta
se encontraba afectada o no. Se decidió realizar una resonancia magnética nuclear
(RMN) para definir el tamaño y el origen de la masa. Finalmente, la imagen mostró que la masa se ubicaba a lo largo
de todo el conducto auditivo y la bulla timpánica, quedando circunscripto al oído medio y externo.
Tratamiento y resultados: Luego
de realizados los análisis prequirúrgicos de rutina (hemograma, bioquímica
sérica, orina completa y electrocardiografía), se le practicó la ablación del
conducto auditivo externo y el curetaje de la bulla timpánica. La masa extraída,
junto con el conducto auditivo, fue enviada al Servicio de Patología de la
FCV-UNCPBA. El resultado obtenido fue compatible con un pólipo inflamatorio. Como
tratamiento post-quirúrgico, se administró penicilina procaínica, 100.000 UI totales,
y sulfato de dihidroestreptomicina, 125 mg totales (Dipenisol Retard®,
Laboratorio Bayer) cada 48 h y, sobre la herida quirúrgica, se aplicó una
solución de iodo povidona al 10% cada 24 h. A los 15 días de realizada la
intervención, se dio el alta médica y el gato fue restituido nuevamente a la
colonia. El animal presentó una mejoría clínica
significativa y, hasta el momento de realizar el
presente trabajo, no se observó la recidiva de la otitis, ni del pólipo, ni de las lesiones dérmicas.
Relevancia clínica: Los pólipos respiratorios
son masas compuestas de células inflamatorias que contienen o están cubiertas
de epitelio respiratorio (Norsworthy, 2010). Como en este caso, los pólipos nasofaríngeos
de los gatos son masas inflamatorias no neoplásicas que pueden emerger desde el
oído medio y extenderse a través de la membrana timpánica dentro del conducto
auditivo externo (Riera Palou, 2002; Caswett
y Williams, 2007; Norsworthy,
2010). La enfermedad se presenta en gatos jóvenes de entre 1 a 3 años de edad; sin embargo,
también pueden ocurrir en gatos añosos como resultado de una inflamación
crónica (Riera Palou, 2002; Norsworthy, 2010;). Los signos clínicos asociados
son descarga ótica (regularmente purulenta), signos vestibulares (inclinación de
la cabeza), sacudidas de cabeza y/o lesiones de rascado en zonas peri-auriculares
(Riera Palou, 2002; Norsworthy, 2010). El diagnóstico se basa en la observación
de los signos clínicos, la otoscopia (luego de solucionada la otitis y eliminada
la secreción) o, bien, la observación del adelgazamiento de la bulla timpánica
en radiografías latero-laterales de cabeza, siendo el método de elección (cuando
se encuentra disponible), la tomografía axial computada o la RNM para evaluar el
origen y la extensión de la masa. Sin embargo, la histopatología de la masa es
el diagnóstico confirmatorio del pólipo (Riera Palou, 2002; Norsworthy, 2010).
Si bien la causa y la patogénesis son desconocidas en la mayoría de los casos,
en general, la apariencia sugiere una proliferación de tejido fibroproliferativo
en respuesta a inflamación crónica localizada (Caswett
y Williams, 2007); en
este caso, originada por otitis por Lagochilascarisminor. Si bien algunos pólipos tienen
buena respuesta a los corticoides, el tratamiento de elección es su extirpación
quirúrgica, asociada o no al tratamiento con antiinflamatorios esteroides (Norsworthy,
2010). Las técnicas descriptas son resección lateral del canal auditivo
externo, osteotomía ventral de la bulla timpánica y ablación total del canal
auricular y osteotomía lateral de la bulla timpánica, en función de la
ubicación de la masa (Riera Palou, 2002, Jiménez Peláez, 2014). Algunas consecuencias posibles, pero no observadas en
este caso, luego de la cirugía, son el síndrome de Horner o la parálisis facial
(Norsworthy, 2010). La recurrencia es posible cuando la ablación del pólipo
desde su origen no es efectuada (Norsworthy, 2010). El presente caso, el
curetaje realizado fue suficiente, pues, luego de 5 meses de extirpado el
pólipo, este felino aún no ha vuelto a manifestar signos clínicos de la enfermedad.
Referencias:
Caswett
J.L.; Williams K.J. (2007). Respiratory system. pp. 535. En: Jubb, Kennedy &
Palmer's Pathology of Domestic Animals, 5ta ed.,
Ed. Elsevier, Philadelphia, USA.
Jiménez Peláez M. (2014) Cirugía del oído medio en perros y gatos.
Disponible en URL: http://www.avepa.org/pdf/Vocalias/CIRUGIA_OIDO_MEDIO_EN_PERROS_Y_GATOS_Sevilla_2014.pdf.
Fecha de consulta: 25/08/2014.
Norsworthy G.D. (2010). Inflammatory polyps and masses. pp 287-289. En:
The feline patient, 4ta ed., Ed. Wiley-Blackwell, Hoboken,
New Jersey, USA.
Riera Palou, G. (2002). Pólipos
inflamatorios en gato: dos presentaciones clínicas. Clínica Veterinaria de
Pequeños Animales, 21: 100-106.