CIVETAN   23983
CENTRO DE INVESTIGACION VETERINARIA DE TANDIL
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
BRUCELOSIS CANINA: IMPORTANCIA DEL DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO PRE Y POST-QUIRÚRGICO
Autor/es:
GUERRERO M.Y.; CLAUSSE M.; ESTEIN S.M.
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Otro; XIX Reunión científico técnica de la Asociación Argentina de Veterinarios de Laboratorio de Diagnóstico; 2012
Institución organizadora:
Asociación Argentina de Vterinarios de Laboratorio de Diagnóstico
Resumen:
INTRODUCCIÓN La brucelosis canina es una enfermedad de origen bacteriano cuyo agente etiológico es Brucella canis1. Se caracteriza por producir una enfermedad reproductiva típicamente crónica cuyos síntomas más importantes son la infertilidad, el aborto y/o las lesiones osteoarticulares1,2,3. Es considerada una enfermedad zoonótica debido a que es transmisible al hombre por contacto con secreciones, semen, material de aborto, u orina de los animales infectados. La bacteria, persiste en el animal por largos períodos e incluso años y si los perros no son detectados y tratados, la infección se disemina rápidamente, representando, por lo tanto un potencial riesgo no sólo para los caninos sanos, sino también para los humanos en contacto con los individuos infectados4. Para arribar a un diagnóstico rápido y certero es importante poder interpretar los diferentes signos clínicos que pueden encontrarse y recabar datos de anamnesis tales como procedencia del animal, historia clínica y reproductiva, probabilidad de contacto con otros animales, hábitos domiciliarios y peridomiciliarios. Sin embargo, se cree que esta enfermedad está subdiagnosticada debido a los escasos controles serológicos de rutina y/o a la falta de acceso a las pruebas serológicas específicas4. El diagnóstico confirmatorio se realiza mediante cultivo y aislamiento de la bacteria o mediante la técnica de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR). Sin embargo, debido a que el cultivo bacteriológico de B. canis no siempre es factible de realizar, que los tiempos de cultivo son extensos y que el aislamiento está supeditado a la viabilidad de la bacteria, el diagnóstico indirecto a través de la detección de anticuerpos (Ac) específicos es la herramienta más difundida. Las técnicas serológicas incluyen la aglutinación en placa con o sin el tratamiento del suero con Mercaptoetanol (RSAT y ME-RSAT), el ELISA indirecto (IELISA) utilizando como antígeno el extracto “Hot Saline” (HS) de B. canis y la inmunodifusión en gel de agar (IDGA) con HS de B. ovis. El diagnóstico serológico para detectar Ac contra B. canis difiere al utilizado para la detección de Ac contra cepas lisas de Brucella. Las medidas de control están basadas principalmente en la detección de animales infectados mediante el control serológico periódico y en el aislamiento y castración asociada a antibioticoterapia de los animales infectados, ya que no existe hasta el momento una vacuna contra esta enfermedad4. MATERIALES Y MÉTODOS Se presenta a la consulta un canino macho de raza Doberman, de 9 años de edad oriundo del Barrio Bosque Peralta Ramos, Mar del Plata. Presenta estado general regular, decaimiento, anorexia, incoordinación y signos clínicos compatibles con Síndrome de Woobler. A la palpación de la columna presenta dolor lumbo-sacro y cervical. Anamnesis El paciente posee diagnóstico previo de brucelosis canina que data del año 2007. En ese momento fue llevado a consulta debido a signos de orquitis (inflamación testicular, dolor, hipertermia) y dolor lumbar. En las placas radiográficas se observó discoespondilitis a nivel de la séptima lumbar (L7) y zona sacra. Resultó serológicamente positivo a B. canis, por lo cual fue esterilizado y tratado con antibióticos. No se realizó control serológico posterior hasta el año 2009, en el cual fue incluido en un muestreo serológico poblacional para la detección de brucelosis canina en su barrio de residencia. En esta ocasión, el animal resultó positivo a las pruebas serológicas realizadas (RSAT, ME-RSAT, IELISA) y se confirmó la infección mediante el aislamiento de B. canis a partir del hemocultivo. Además, las colonias se identificaron mediante las pruebas bioquímicas y una técnica de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) que amplifica una secuencia específica de género5. Se repitió el tratamiento antibiótico, sin embargo no se realizaron controles serológicos posteriores. Métodos complementarios Se solicitan los siguientes estudios: hemograma, pruebas bioquímicas séricas y proteinograma. Se toman placas radiográficas de la columna vertebral. Se repiten las pruebas serológicas para brucelosis canina (ME-RSAT e IDGA) y se extrae sangre entera para cultivo bacteriológico. Resultados El hemograma y la bioquímica sanguínea presentaron valores normales, mientras que el proteinograma evidenció un aumento de la Alfa- 1 Globulina. En las placas radiográficas se observa una leve espondilosis a nivel de la L7 y el sacro y una disminución de los espacios intervertebrales de las cervicales C3-C4; C4-C5 y C6-7. Además se observó una desviación hacia dorsal de las C5 y C4 y anomalía en el proceso espinoso de la C4. La serología y el hemocultivo resultaron positivos a B. canis. Tratamiento Se prescribió un tratamiento antibiótico con doxiciclina a una dosis de 10mg/kg por vía oral cada 24 h. durante 40 días. Se aconsejó al propietario que realice los controles serológicos cada 6 meses y que repita el tratamiento según la evolución del paciente. Se recordó al dueño de la mascota acerca de los posibles riesgos zoonóticos de la enfermedad y se le advirtió sobre la posible eliminación del agente al ambiente. A su vez, se sugirió el control serológico del propietario y del grupo familiar así como el del resto de las mascotas que convivían con el paciente. CONCLUSIÓN Actualmente, el control de la brucelosis canina a nivel mundial es de tipo sanitario. Se apoya en: a) la detección y control periódico de los animales infectados mediante bacteriología y/o serología, b) la castración y consecuente eliminación de los mismos como reproductores, c) el aislamiento de los animales enfermos y d) el tratamiento antibiótico. Nunca debe asumirse la cura de la enfermedad ya que aunque el animal no presente bacteriemia, el agente puede persistir en los tejidos y la antibioticoterapia no ofrece garantías totales. Finalizado el tratamiento, debe realizarse control serológico a intervalos de 6 a 9 meses hasta disminuir completamente el título de anticuerpos, y luego un control anual de por vida. En caso de que el título serológico aumente o se mantenga alto debe reanudar el tratamiento. En animales reproductores es fundamental el examen preservicio y, en criaderos, el control anual de la totalidad de los animales y siempre que se introduzcan nuevos reproductores al plantel. Esta enfermedad puede cursar en forma asintomática y frecuentemente pasa desapercibida. Por ello, es importante que el diagnóstico de la brucelosis canina represente una práctica cotidiana en la clínica veterinaria, teniendo en cuenta, además, que se trata de una zoonosis. Bibliografía 1. Carmichael, L.E., Kenney, R.M. 1970. Canine brucellosis: the clinical disease, pathogenesis, and immune response. J. Am. Vet. Med. Assoc. 156: 1726–1734. 2. Carmichael, L.E., 1999. Brucelosis canina causada por B canis: enfermedad clínica problemas en inmunodiagnóstico, Rev. Med. Vet. (Buenos Aires) 80: 102–106. 3. Shin S.J., Carmichael, L.E. 1999. Canine brucelosis caused by Brucella canis. In: Carmichael, L. (Ed.), Recent Advances in Canine Infectious Diseases. International Veterinary Information Service, Ithaca, NY (http://www.ivis.org). 4. Wanke M.M. 2004. Canine brucellosis. Anim Reprod Science 82: 195-207. 5. Keid L.B., et al. 2007. A polymerase chain reaction for the detection of Brucella canis in semen of naturally infected dogs. Theriogenology 67: 1203-1210.