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El conocimiento actual sobre los efectos beneficiosos que tienen ciertos lactobacilos y bifidobacterias en nutrición animal, permite considerar el uso de estos microorganismos como una vía efectiva y sustentable de mejorar la salud gastrointestinal. El uso de probióticos en el campo pecuario incluye beneficios nutricionales, inmunológicos, metabólicos y antimicrobianos. Varias cepas de lactobacilos probióticos promueven efectos beneficiosos, probablemente por las acciones antiinflamatorias,capacidad inmunomoduladora y estabilización de la barrera intestinal1. Entre tales efectos se incluyen prevención de diarrea, potenciación del sistema inmune, actividad anticarcinogénica y producción de sustancias antimicrobianas y vitaminas esenciales. Se demostró que el uso de bacterias ácido lácticas (BAL) y bifidobacterias en nutrición animal mejora el crecimiento de lechones y la calidad de las reses, optimizando la capacidad metabólica y manteniendo el balance de la microbiota, entre otros efectos.Estas propiedades son de particular importancia en producción pecuaria, considerando el actual interés por alternativas al uso veterinario de antibióticos, aspecto de impacto positivo en la salud pública, debido a la resistencia que los patógenos desarrollan a los antibióticos y a la indeseable presencia de sus residuos en productos derivados. Particularmente, varios estudios han descrito efectos beneficiosos al administrar ciertos probióticos en porcinos, mejorando la producción. Se presentan los resultados preliminares del proyecto titulado ?Selección de cepa probiótica para su potencial aplicación en alimentación animal? presentado en las convocatorias de Proyectos Interdisciplinarios Orientados(PIO) 2020/2021. Este trabajo propone como objetivo general analizar diferentes parámetros indicadores de propiedades probióticas de cepas de bacterias lácticas y bifidobacterias de origen pecuario, que han sido identificadas fenotípica y genotípicamente en estudios previos, con el fin de seleccionar una o más cepas con factibilidad de ser utilizada como componente de un alimento para animales de producción intensiva, en particular porcina, por su relevancia en la región. Estudios previosdemostraron resistencia a la liofilización de las cepas seleccionadas como posible proceso para obtener un ingrediente con características adecuadas para la formulación del alimento. Se utilizaron 7 cepas de bacterias lácticas y bifidobacterias: Lactiplantibacillus plantarum LP5, aislada de la cadena productiva porcina; Lactiplantibacillus plantarum L4, obtenida de hisopado rectal de cerdos recién destetados; Lacticaseibacillus casei LB, obtenida de hisopado intestinal de cerdos recién destetados; Lactiplantibacillus plantarum Lyofast BG 112, provista por Sacco System; Bifidobacterium animalis BC, obtenida de hisopado intestinal de cerdos recién nacidos; Bifidobacterium animalis subsp. lactis BB12, colección de cultivos lácticos de Christian Hansen; Bifidobacterium animalis BS, provista por Sacco System. Primero se analizó su capacidad de autoagregación, por lecturas en espectrofotómetro a tiempo 0, 2 y 3 de las suspensiones celulares en solución fisiológica luego de una serie de centrifugaciones del tercer subcultivo de cada microorganismo. Posteriormente se evaluó su capacidad para adherirse a la mucosa intestinal, para ello se incubó una concentración conocida de cada bacteria con glicoproteínas presentes en el mucus previamente extraídas y luego de una serie de centrifugaciones, se sembraron alícuotas de un sobrenadante que contenía las bacterias no adheridas y de un pellet que contenía las bacterias adheridas a las glicoproteínas, finalmente se realizó un conteo del crecimiento bacteriano en MRS agarizado.