Chilina gibbosa como posible centinela de contaminación por agroquímicos utilizados en la Patagonia argentina

LUCILA THOMSETT HERBERT; GISELA KRISTOFF; BEVERLY BOBURG

Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Jornada; Jornadas Interdisciplinarias Química Biológica 2017; 2017

Departamento de Química Biológica, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires

Los organofosforados y carbamatos son insecticidas de amplio uso en la Patagonia argentina. Su blanco de acción primario es la inhibición de la acetilcolinesterasa provocando efectos tóxicos en los insectos pero también en organismos ?no blanco?. Las especies centinelas por su alta sensibilidad brindan señales tempranas de la contaminación acuática. Nuestro objetivo fue estudiar las respuestas del gasterópodo nativo de agua dulce, Chilina gibbosa, por exposición subcrónica al organofosforado metilazinfos (MAZ) y al carbamato carbaril . Se realizaron dos bioensayos exponiendo a los organismos a la misma concentración molar de MAZ y carbaril que correspondieron a concentraciones ambientales. Los ensayos se realizaron a una temperatura de 12 ± 2 ºC, bajo un fotoperíodo de luz:oscuridad 12:12, con alimento y aireación. Luego de 7 y 14 días de exposición se registraron la letalidad y los signos de neurotoxicidad (región céfalo-pedal expuesta y falta de adherencia) y se determinaron la actividad de colinesterasas (ChEs) usando acetiltiocolina y la actividad de carboxilesterasas (CEs) con p-nitrofenilacetato (p-NFA) y p-nitrofenilbutirato (p-NFB) como sustratos. No se observó letalidad significativa en ningun tratamineto, sin embargo, la exposición a MAZ produjo en el 100 % de los organismos la salida anormal de la cabeza-pie y en el 90 % la falta de adherencia. Las ChEs se inhibieron un 89 % a los 7 días y las CEs a los 14 días (39 % con p-NFA y 30 % con p-NFB) de exposición. Con carbaril, no se observaron signos de neurotoxicidad ni inhibición de ChE y CEs medidas con p-NFA durante los 14 días. Por el contrario, la actividad de CEs con p-NFB se inhibió a los 7 días en un 59 % continuando así a los 14 días (62 %). La falta de inhibición de ChEs por carbaril se correlacionaría con la falta de neurotoxicidad. Por el contrario, MAZ mostró mayor toxicidad en esta especie y los severos signos neurotóxicos se relacionan con la alta inhibición de ChEs y la menor sensibilidad de CEs. C. gibbosa resulta un organismo sensible a la contaminación por insecticidas anticolinesterásicos, mostrando a las concentraciones ambientales respuestas de distintos biomarcadores. Esta especie podría utilizarse como una especie centinela e incluirse en programas de biomonitoreos ambientales en nuestro país debido a su alta sensibilidad, la fácil detección de los signos de neurotoxicidad, su rol ecológico y su distribución.