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Los ciclos de Milankovitch en los parámetros orbitales de la Tierra han sido considerados como la causa principal de las variaciones periódicas en las glaciaciones cuaternarias, ejerciendo una importante influencia en los mecanismos de expansión y retroceso de los grandes mantos de hielo del Pleistoceno. Numerosos autores destacaron que la oblicuidad o la combinación de precesión y oblicuidad podrían haber influido en las desglaciaciones del Pleistoceno tardío. Los veranos largos en el hemisferio sur también podrían haber contribuido al retroceso glacial.El último interglacial anterior al presente se encuentra representado en el Estadío Isotópico Marino 5 (EIM 5, ~130-75 ka). Durante el pico de este interglacial (EIM 5e, ~130-116 ka), la oblicuidad del eje de rotación terrestre y la excentricidad de la órbita eran altas y en cuanto a la precesión, el verano del hemisferio norte coincidía con el perihelio (mayor cercanía entre la Tierra y el Sol). Sin embargo, éstos no son los únicos forzantes climáticos que han actuado y actúan modificando el clima. El comportamiento del campo magnético terrestre (CMT) adquirió particular importancia en los últimos años, en especial en relación con la disminución de su intensidad, que puede conducir a la inversión de su polaridad. Durante los lapsos de debilitamiento y/o ausencia del CMT, se produce la entrada de rayos cósmicos provenientes del espacio que, a su vez, afectan de manera directa e indirecta el clima. Esto resulta relevante frente a la notable tendencia a la disminución de la fuerza del momento dipolar en registros continuos desde 1840 hasta la actualidad. En esta contribución, se realizaron Transformadas Wavelet para representar periodicidades en determinados indicadores paleoclimáticos en los últimos 150 ka, obtenidos a partir de series de datos, y establecer una relación con el CMT. Los espectros presentan periodicidades relacionadas principalmente con los ciclos típicos de los parámetros orbitales.