CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

El sector sur de las cuencas Magallanes y Malvinas, ubicadas en la porción más austral deSudamérica, se encuentra compuesto por sendos dominios de antefosa y tope de cuña(DeCelles y Giles 1996), fruto de su interacción con la Faja Plegada y Corrida Fueguina-Dorsal Norte de Scotia (Menichetti et al. 2008, Tassone et al. 2008), configuración quefunciona como su límite sur.Dichas cuencas se encuentran separadas hacia el norte por un alto de basamento denominadodorsal de Río Chico/Dungeness, al sur del cual hay una conexión entre sus depocentros,conformando el límite transicional entre ambas (Galeazzi 1998).La configuración actual del área es el resultado de la superposición de distintos procesos tectónicos a nivel regional desde el Mesozoico; afectando a ambas cuencas, aunque con distintas características. Su historia comienza con rifting mecánico por un régimen extensional, seguido por una fase de subsidencia térmica (Biddle et al. 1986). Desde el Cretácico medio, se ha producido compresión e inversión de estructuras, formándose una Faja Plegada y Corrida (FPC) cuyas características pueden ser observadas en el onshore de Tierra del Fuego, y que tienen su correlato hacia el este en offshore, configurando a las cuencas como cuencas de antepaís. La FPC en el límite con las cuencas es de piel fina (Ghiglione et al. 2010), con participación del basamento en la deformación (Tassone et al. 2008).Se ha postulado que desde fines del Cretácico, la región ha estado sometida a una componente de rumbo sinestral, alternando con pulsos transpresivos y transtensivos según la posición y la fase evolutiva dentro de la región en cuestión (Cunningham 1995). Los pulsos compresivos continúan hasta el Oligoceno-Mioceno, luego de lo cual la tectónica dominante en el área es la de rumbo (Tassone et al. 2008, Torres Carbonell et al. 2008a).Para este trabajo se han interpretado 25 mil kilómetros de perfiles sísmicos de reflexión multicanal, correspondientes a relevamientos realizados entre 1970 y 1998. También se han utilizado datos de batimetría obtenidos de la base de datos GEBCO; y datos magnetométricos, utilizando la grilla EMAG2. El estudio se enfoca principalmente en las características estructurales de los sectores de antefosa y tope de cuña ubicados entre los 67° y 62° oeste, incluyendo el offshore de la Cuenca de Magallanes, y la mitad occidental de la Cuenca de Malvinas. A partir de la variación de las características a lo largo del área estudiada, de oeste a este, se han dividido dos sectores -occidental y oriental- vinculados entre sí por una zona de transición. La zona de transición ha sido delimitada en el sector en el cual hay un importante resalto del frente de deformación hacia el este; debido a una mayor propagación de ladeformación producida por la estructuración de la cuña orogénica, acompañada por un mayor desarrollo del tope de cuña.El sector occidental se caracteriza por un perfil de cuenca recortado, principalmente en la antefosa, debido a la presencia de fallas directas generadas desde el basamento; el tope de cuña, conformado por depósitos de edad eocena a miocena media, ocupa un área restringida, debido a una considerable erosión (Baristeas et al. 2013). En contraste, el sector oriental posee un perfil de cuenca más suave, debido a que la FPC se estructura por delante de los escalonamientos característicos del sector occidental. En adición a esto, posee una mayor profundidad de basamento y por lo tanto mayor espesor de depósitos; y una deformación que llega a afectar unidades de edad hasta miocena superior, conformando gran parte del tope de cuña, éste último con un importante desarrollo.Los escalonamientos mencionados se habrían generado en el Mesozoico, mayormente como hemigrábenes. Luego de esto, y producto de la carga de la cuña orogénica, su desarrollo ha sido aún mayor. Aquellos ubicados más cerca de la cuña poseen un rechazo considerable. En la antefosa, a partir de algunos escalonamientos se desarrollan importantes estructuras en flor negativa.Por encima de estas estructuras, se observa en el sector occidental la formación de pliegues afectando los depósitos cenozoicos de la cuenca. A partir de esto se infiere que estos han concentrado la deformación producida por compresión/transpresión en el área, así como se observa en el sector de onshore (Torres Carbonell et al. 2013). A su vez, una situación análoga se infiere en el sector oriental, donde se observa cómo los escalonamientos afectan la estructuración de la FPC producida por encima de los mismos. La posición del frente de deformación, más adelantado hacia el este, podría explicarse a partir de la diferencia en la magnitud de los esfuerzos compresivos producidos entre el sector occidental y oriental. El gradiente de esta diferencia podría estar asociado a zonas de fractura y lineamientos observados en la placa de Scotia, desarrollados desde la actualmente inactiva dorsal oeste de Scotia (Esteban 2014, Eagles et al. 2005).