IGEBA   23946
INSTITUTO DE GEOCIENCIAS BASICAS, APLICADAS Y AMBIENTALES DE BUENOS AIRES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Sedimentación eólica en ambientes semiáridos durante el Holoceno en la Pampa seca (provincia de San Luis, Argentina)
Autor/es:
TRIPALDI, ALFONSINA; FORMAN, STEVEN L.; CICCIOLI, PATRICIA L.
Lugar:
Puerto Madryn
Reunión:
Congreso; XIV Reunión Argentina de Sedimentología; 2014
Institución organizadora:
Asociación Argentina de Sedimentología
Resumen:
      La región central de Argentina (~32˚S-39˚S), del piedemonte andino a la región pampeana, se caracteriza por una profusa cubierta de sedimentos de origen eólico que en numerosas áreas conforma campos de dunas de variadas dimensiones y morfologías. Estos depósitos presentan una variación granulométrica, pasando de mantos loéssicos en el este a facies arenosas hacia el oeste, estas últimas interpretadas como parte de una gran sistema eólico denominado Mar de Arena Pampeano (Iriondo y Kröhling, 1995), y formado por varias unidades eólicas diferenciadas por el tipo de depósito, morfología y contexto geológico-estructural (Zárate y Tripaldi, 2012). Este sistema eólico fue activo durante el último ciclo glacial, con potencialmente mayores episodios de acumulación durante el Pleistoceno tardío, ~35-11 ka (Iriondo y Kröhling, 1995; Tripaldi y Forman, 2007; Tripaldi et al., 2011), mientras que los mantos de loess se remontan al Mioceno tardío, con varios pulsos de sedimentación y pedogénesis (Zárate, 2007). En lo que se refiere al Holoceno, estudios recientes muestran que para estas latitudes la región pampeana occidental y el piedemonte andino habrían tenido condiciones climáticas variables, con episodios marcados de aridez. En este sentido, Mancini et al. (2005) hallaron una expansión hacia el este de la vegetación de Monte, indicativa de condiciones semiáridas (<450 mm de lluvias anuales), entre ~8-4 ka; Piovano et al. (2009) reconocieron varios episodios de niveles bajos de la laguna Mar Chiquita durante el Holoceno; Rojo et al. (2012) interpretaron la predominancia de vegetación xerófila asociada a la laguna del Bebedero entre ~3-0,3 ka; mientras que Mehl et al. (2012) infirieron sedimentación eólica en un sector del valle Utracán-Argentino entre 5,8-4,3 ka. Concomitantemente, el registro arqueológico en el piedemonte andino presenta una baja densidad de ocupación y discontinuidades en el registro entre ~7,5-4 ka, que podrían relacionarse a condiciones ambientales de mayor aridez (Gil y Neme, 2010). Los registros sedimentarios del campo de dunas del sur de la provincia de San Luis (Fig. 1a) también muestran evidencias de aridez durante el Holoceno. El relevamiento sedimentológico, acompañado por dataciones OSL (luminiscencia ópticamente estimulada), de perfiles estratigráficos ubicados en variados contextos geomorfológicos del mencionado campo de dunas (Fig. 1b) permitió reconocer once localidades con facies de manto eólico acumuladas durante el Holoceno, que sugieren una cubierta de vegetación mucho menor que la actual para permitir la sedimentación a partir de procesos eólicos de saltación. Así por ejemplo, en la sección Miguel, asociada a una duna parabólica compleja al sur del río Quinto, se reconocieron ~5,5 m de arenas finas, bien seleccionadas, donde los ~3,7 m inferiores (unidad 2 en Fig. 1c) presentan laminación horizontal y entrecruzada de muy bajo ángulo. Estas arenas eólicas cubren un paleosuelo (horizonte BCkb) desarrollado también sobre depósitos arenosos eólicos, datados en ~17,1 ka, mientras que la unidad 2 indica sedimentación en un manto eólico entre ~11,5-0,8 ka. Adyacente al río Quinto (sitio río Quinto en Fig. 1b) se relevaron tres secciones que muestran registros semejantes en litología y edad; una de ellas resulta en ~5,5 m de arenas muy finas, con laminación difusa horizontal y entrecruzada de muy bajo ángulo (unidad 1 en sección Quinto river overlook). Estas facies de manto eólico fueron datadas en ~12,3-1,1 ka y cubren un paleosuelo bien desarrollado (horizonte Btkb). En sectores distales del campo de dunas, sobre una planicie de muy baja pendiente (<1°) al norte del río Quinto, se registraron depósitos eólicos de arenas limosas masivas, depositadas entre ~10,3-1,9 ka (unidad 2 en Fig. 1c). Las petrografía y geoquímica de estas arenas eólicas resultan semejantes a las de las facies eólicas del Pleistoceno tardío (Tripaldi et al., 2010) por lo que se interpreta que la sedimentación holocena se desarrolló principalmente por la reactivación de la cubierta eólica previa, provocada por una disminución de la cubierta de vegetación. Distintos estudios señalan que cuando la vegetación se reduce por debajo de un umbral del ~30%, en respuesta a un decrecimiento de la humedad efectiva u otra perturbación del ambiente (ej. sobrepastoreo), los depósitos arenosos quedan suficientemente expuestos para el arrastre eólico (Pye y Tsoar, 2009, y referencias allí citadas). La persistencia de ambientes semiáridos en el oeste de Argentina durante el Holoceno, indicada por varios registros proxy, podría reflejar temperaturas superficiales del océano (SST) cálidas en el océano Atlántico subecuatorial occidental (Doyle y Barrios, 2008) y una respuesta contraria, con mayores precipitaciones, en la región sudoriental de Brasil (ej. registro de espeleotemas en la cueva Botuverá; Wang et al., 2006).