IGEBA   23946
INSTITUTO DE GEOCIENCIAS BASICAS, APLICADAS Y AMBIENTALES DE BUENOS AIRES
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
CAPÍTULO 4 -EROSIÓN COSTERA
Autor/es:
KOKOT, R.R.
Libro:
LA ZONA COSTERA PATAGÓNICA ARGENTINA
Editorial:
Universitaria de la Patagonia - EDUPA
Referencias:
Lugar: COMODORO RIVADAVIA; Año: 2015; p. 167 - 230
Resumen:
A partir de la información proveniente de estudios realizados en todo el planeta, se considera que las costas actuales se formaron durante los últimos 6.000 años (Kelletat 1995), tiempo que es extremadamente corto en términos geológicos y geomorfológicos. Hay consenso general respecto a que la mayoría de las costas están actualmente en erosión; esto concuerda con el modelo evolutivo de Johnson (1919), que explica la acumulación costera sólo como un paso previo en la rectificación y posterior erosión de la línea de costa. En nuestro país la erosión de las áreas costeras ha merecido la atención de afamados investigadores, tales como Gulliver (1899) y Ameghino (1908), hasta los numerosos trabajos actuales. El retroceso de la costa por erosión es un hecho que no siempre es conocido, quizás porque se trata en general de zonas aisladas y poco frecuentadas porque son pocos los caminos de acceso a la costa en toda la Patagonia. De todos modos, hay una leve tendencia en incremento a poblar esas áreas. Cuando aumenta el desarrollo urbano costero, las actividades antrópicas entran en conflicto con el mar ya que el incremento del uso de los recursos naturales trae aparejado un deterioro ambiental; por ello un adecuado manejo costero implica la necesidad de entender los cambios en la costa e identificar los procesos de erosión.En áreas de rocas menos resistentes, la costa fue rectificada o presenta grandes bahías, de génesis diversas. Mouzo et al. (1978) adjudicaron la génesis del golfo Nuevo a la inundación de un bajo de deflación, considerando la existencia de morfología subaérea actualmente sumergida. El mismo origen podría corresponder a los golfos San José y San Matías. Para el golfo San Jorge, por ejemplo, Césari y Simeoni (1994) postularon un origen similar al del golfo Nuevo. Como el golfo tiene una profundidad de 120 m en el centro, pero el umbral externo tiene menos de 80 m, el umbral batimétrico sería un relicto erosivo de la barrera que separaba la depresión del mar abierto. Según esos autores una prueba de la reciente formación del golfo San Jorge es la ausencia de las terrazas más antiguas del Cuaternario, que en cambio quedaron registradas en las costas de Camarones y Puerto Deseado. Otros sectores de costa, resultan de la combinación de efectos erosivos y de acreción por deriva litoral, cuya permanencia depende de la configuración del contorno costero.