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Un componente clave de la pérdida de la biodiversidad es la defaunación. En bosques donde la presión de caza es intensa, la densidad de mamíferos grandes puede disminuir en más de un 90%. Muchos bosques tropicales se encuentran ?vacíos? de fauna, a pesar de que sus condiciones de hábitat son buenas. En el Chaco semiárido argentino, cerca de un 95% de los pobladores rurales consume fauna silvestre, con una alta preferencia por mamíferos, resultando en la extinción ecológica local de algunas especies. Los mamíferos grandes (>20 kg de peso) y de alto valor de conservación, son particularmente susceptible a esta amenaza. Comparamos la presencia y abundancia de mamíferos grandes en cinco sitios del bosque chaqueño argentino con diferentes categorías de protección legal. Los resultados obtenidos mediante el uso de cámaras-trampa (204 estaciones; 14.240 días-cámara), recorridos de búsqueda de rastros (1.114 km) y entrevistas a pobladores (189 entrevistados), demuestran que la exposición de estas especies a la caza y a otros disturbios antrópicos, las ha relegado principalmente a las áreas protegidas. Existe probablemente una dinámica de fuentes y sumideros entre las pocas áreas protegidas bien implementadas, y la matriz de bosque con pobladores rurales y las áreas protegidas de menor tamaño y baja implementación. Las pocas áreas protegidas que podrían reunir las condiciones adecuadas para ser áreas núcleo, están sufriendo un efecto de isla, siendo además insuficientes en cantidad y tamaño para proteger, por si solas, a los grandes mamíferos. Es necesario pensar la conservación de estas especies a nivel regional, diseñando un paisaje de conservación que incluya áreas núcleo suficientemente grandes y bien implementadas y corredores de conservación entre ellas, donde se fomente un uso sustentable de los recursos y una disminución de la presión de caza, con una propuesta viable y sostenible de cambio de uso de la tierra.