PETRONIUS PRO HORATIO IN EUMOLPUM: EL ARS POETICA DE EUMOLPO EN PETRONIO, 118

CARMIGNANI, M. F.

Salta (videoconferencia)

Conferencia; Ciclo de Conferencias Abiertas de Posgrado; 2020

Universidad Nacional de Saltacc

Eumolpo, el poeta dentro del Satyricon, aparece en la novela en el cap. 83, mientras Encolpio pasea por una galería de cuadros. La presentación de Eumolpo, al menos como poeta, no augura nada bueno, según nos deja entrever el narrador Encolpio:Sat. 83.7-9: ecce autem, ego dum cum ventis litigo, intravit pinacothecam senex canus, exercitati vultus et qui videretur nescio quid magnum promittere, sed cultu non proinde speciosus, ut facile appareret eum hac nota litteratorum esse, quos odisse divites solent. is ergo ad latus constitit meum? ?ego? inquit ?poeta sum et ut spero non humillimi spiritus, si modo coronis aliquid credendum est, quas etiam ad imperitos deferre gratia solet?.Pero resulta que, mientras yo peleo con los vientos, entró en la galería un viejo canoso, de rostro ajado y que parecía anunciar un no sé qué de grandeza, pero vestido no precisamente con elegancia, de modo que fácilmente se veía que era de esos literatos a los que suelen odiar los ricos. Bueno, se puso a mi lado??Yo? ?dijo? ?soy poeta, y, según creo, de inspiración nada vulgar, si es que hay que creerles algo a los premios, que suelen darse por acomodo a los incompetentes?.Esta presentación de Eumolpo ya nos ofrece los primeros aspectos de lo que la literatura latina conoce como poeta vesanus, es decir, el poeta poseído por la inspiración divina, que ha quedado definido para la posteridad en el Ars poetica de Horacio. Precisamente, de eso se trata esta conferencia: del análisis e interpretación de algunos pasajes del cap. 118 del Satyricon, donde Petronio, a través de un mecanismo muy sutil pero a la vez muy eficaz, utiliza ciertos conceptos de la Epistula ad Pisones para realizar una caracterización corrosiva y cómica de Eumolpo como poeta vesanus, a costas del propio senex. Es decir, el mismo Eumolpo, en su discurso de ?ars poetica?, involuntaria e implícitamente, se nos presenta como un poeta poseído, en un típico juego petroniano de ridiculización de sus personajes, sin que ellos lo noten.