Resistencia, cuidado, crítica: apuntes sobre la voz y lo público en las ?abuelas de plaza de mayo??

PAULA HUNZIKER

Tucumán

Simposio; II Simposio de Ciudadanía y Emancipación. Interrogantes y Apuestas,; 2019

Universidad Nacional de Tucumán

Nancy Fraser ha señalado los límites del concepto de ?esfera pública? habermasiano, en una gran cantidad de aspectos. Entre ellos, hay uno que me interesa especialmente destacar para abordar el tema que quiero presentar, y que gira en torno a qué debemos en entender por ?participación política?. Efectivamente, se trata de la idea de que el ingreso en la esfera pública significa ?hablar con la propia voz?, lo que supone una serie de torsiones sobre el habla argumentativa del filósofo alemán. Pace la concepción burguesa, indica Fraser, los ámbitos públicos no son sólo terrenos para la formación de la opinión discursiva; son además terrenos para la formación y la construcción de identidades sociales. Participar, en ese sentido, no es sólo ser capaz de manifestar contenidos propositivos que sean neutrales respecto de la forma de expresión: participar quiere decir ser capaz de hablar, por medio de la simultánea construcción y expresión de ?nuestra identidad?. El reconocimiento de este hecho es especialmente importante en el caso de aquellos públicos conformados por las mujeres, que han sido tradicionalmente excluidos no sólo en el sentido de su exclusión formal, sino también por lo que Fraser denomina como los marcos institucionales que actúan como lentes retóricos que filtran y alteran las expresiones que enmarcan; que pueden acoger algunas formas expresivas y otras no, que hacen audible una voz o no (1993: 43-44). En este trabajo quisiera, en esta línea, pensar en ese sintagma, ?hablar con la propia voz?, como algo habilitado por ?lo político? en el sentido de la participación como aparición pública ante otros, en el horizonte específicamente dibujado por Hannah Arendt. Lejos de la polis griega ?como en general me la imagino pensando (con su cigarrillo en la mano mirando por la ventana de un departamento abarrotado de libros en N. York)-, quisiera ofrecer un uso de sus categorías menos atento al espacio de las oposiciones categoriales que a su relación, para reflexionar sobre la resistencia en ?tiempos de oscuridad?. Propongo este ejercicio, en especial tomando como hilo conductor la voz de Estela de Carlotto: una ?abuela? que es parida por la plaza para devenir ?abuela de plaza de mayo?, pero que, por otro lado, resignifica e ilumina, en sentidos que aún tenemos que explorar, el conjunto de lentes retóricos que permiten pensar en la participación de las mujeres en el ámbito público como un tránsito de lo privado a lo público, tránsito en que el ?sentido no privativo de lo privado? -como cuidado, como protección, como refugio- es expuesto a su límite y politizado, convirtiéndose en una herencia poderosísima para las escenas públicas del presente feminista.