IDH   23901
INSTITUTO DE HUMANIDADES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
LA FABULACIÓN DEL ORIGEN DE LAS LENGUAS
Autor/es:
GABRIELA MILONE
Lugar:
Cordoba
Reunión:
Jornada; I Encuentro Internacional: derechos lingüísticos como derechos humanos; 2019
Institución organizadora:
Facultad de Filosofía y Humanidades, UNC
Resumen:
La lengua está adentro de la boca. La boca se abre y la lengua se expone. Adentro de la boca guardamos el origen de las cosas dichas. Un origen carnal, muscular, nervado. La boca: infancia e historia, potencia del habla en el decir y en lo dicho. J-P Brisset y Villamil da Rada: dos teorías del siglo XIX, situadas en Francia y Bolivia, respectivamente. En ambas podemos entrever un mismo postulado de base: el latín es una lengua artificial, no existe. No al menos como ?origen? de nuestras lenguas. En cada lengua habita la arquía fónica que se expone en acto: el sonido es carne, encarnado. Estas dos teorías del origen de las lenguas son presentadas por ambos estudiosos como la Verdad de la que, si ellos lograran avanzar en sus investigaciones y alcanzar el reconocimiento de sus pares, todos y todas sacaríamos provecho. Lo que resulta interesante es que las ficciones teóricas de Brisset y Villamil serían de algún modo antibabélicas, en la medida en que afirman la unicidad de la lengua ya sea en su origen anfibio, ya sea en su pertenencia al aymará. Y al ser antibabélicas, también en algún punto podríamos pensarlas como anti-históricas, o mejor, anti-progreso: la lengua única no se ha fracturado, las lenguas no mueren, el latín como prima lengua no existe, no hay un principio ubicable en la historia que nos permita analizar nuestras palabras, ni el Sánscrito es la lengua madre ni el indo-europeo es la lengua virtual que se actualizaría en las raíces de nuestras lenguas históricas. Estas ficciones teóricas no comenzarían con un ?en el origen? como un tiempo (más o menos delimitado) que habría que ir a buscar hacia atrás. Comenzarían con un ?en el origen? situando el origen en presente, en cada boca que se abre. Y desde ahí habla con una lengua húmeda y altiplana, plena en lo alto de una historia otra hecha menos de evoluciones que de concomitancias. En cada boca, todas las bocas. En cada lengua, todas las lenguas. En cada hablante, todas las ranas. En cada palabra, la raíz del Edén.