Saber más, conocer menos.

HEREDIA, IGNACIO; SCHILLING, MARTINA; MONDACA, SOFÍA NATALIA

Córdoba

Jornada; 2das Jornadas de Jóvenes Investigador*s; 2019

FFyH, CIFFyH

Nuestro sistema de producción de conocimiento hiperespecializado -las exigencias en los proyectos de investigación, las evaluaciones en revistas académicas, etc.- parece tener una ventaja epistemológica para la producción de conocimiento. Se nos dice que si a lo largo de nuestra carrera en investigación estudiamos un tema lo suficientemente acotado, nos volveremos expertos en esa fracción del corpus de conocimiento. Dicha experticia implica que seremos competitivos en el área disciplinar en la que se inscribe el tema de investigación. Pero lo cierto es que, en la mayoría de los casos, tal investigación acotada conlleva a la pérdida de un diálogo interdisciplinar e intradisciplinar con otres investigadores. Esto contribuye a sobreestimar nuestra capacidad de aportar a un área afín o, en un escenario peor, a desestimar otras áreas por un mero prejuicio.De tal modo, surge la siguiente pregunta: ¿Es la hiperespecialización una buena forma de construir conocimiento científico? En el presente trabajo defenderemos que la hiperespecialización nos lleva a perder herramientas que habilitan una concepción holista de nuestra propia disciplina. En este sentido, parece que mientras más sabemos sobre un tema específico, menos entendemos para qué lo investigamos y cuál es su relación con el campo del conocimiento filosófico o científico al cual contribuimos. Le llamaremos a dicho fenómeno: Hiperespecialización ciega. Basándonos en nuestra propia experiencia como investigadores de la FFyH y en recientes estudios empíricos que recogen estadísticas acerca de las distintas y numerosas áreas de especialización en creciente aumento dentro del campo científico (Wray, 2013), defenderemos que la hiperespecialización no debería ser nuestro único horizonte en tanto investigadores, docentes y estudiantes.