IDH   23901
INSTITUTO DE HUMANIDADES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Catástrofe de la pintura: de Balzac a Deleuze
Autor/es:
MATTONI, SILVIO
Lugar:
Medellín
Reunión:
Encuentro; IV Encuentro Internacional de Estética y Filosofía del Arte; 2018
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín
Resumen:
Deleuze, en 1981, comienza sus clases sobre pintura con esta postulación de la catástrofe como el núcleo del acto cuya eficacia observaríamos al mirar el hecho pictórico. ¿Qué se hace presente entonces en el cuadro? La catástrofe y lo que deja, el incendio del barco y la costa desde donde es visible. Deleuze se pregunta: ?¿puede ser definido el acto de pintar sin referencia a una catástrofe que lo afecta? ¿No enfrenta, no comprende el acto de pintar a esta catástrofe en lo más profundo de sí mismo, incluso cuando lo que es representado no es una catástrofe?? En un primer momento, puede ser algo literal: el paso del tema catastrófico a la catástrofe como surgimiento de una imagen. En el ejemplo con el que comienza Deleuze, de alguna manera Turner habría pasado de los temas (avalancha, incendios, naufragios, tormentas) al surgimiento del color como catástrofe. O sea: el nacimiento del amarillo se da en la desaparición del tema. Ya no se ven el barco ni la costa, el amarillo incendió todo. El cuadro se torna color por la catástrofe del tema. Más que delimitarse, algo se ha borrado. ¿Dónde está el contorno del arte, como diría Frenhofer? No está más, pero de su destrucción surgió el color, la vitalidad del color. Y no es sólo el caso de Turner, sino que todo pintor habría comenzado por ese momento de desequilibrio, de catástrofe, donde la destrucción de lo dado, lo definido, hace posible otra cosa. Deleuze hablará de Cézanne, de Bacon, pero también de Mondrian, de Kandinsky, en los que verá diversos modos de la catástrofe y del surgimiento.