IDH   23901
INSTITUTO DE HUMANIDADES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Sexto Empírico: apuntes sobre su recuperación de los escépticos antiguos
Autor/es:
TRISTÁN FITA
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Jornada; IX Jornadas Interdisciplinarias de Ciencias Sociales y Humanas "Preguntas en torno a lo social y humano"; 2017
Institución organizadora:
Centro de Investigaciones "María Saleme de Burnichon" - Facultad de Filosofía y Humanidades (UNC)
Resumen:
Las obras de Sexto Empírico son, junto con las Academica de Cicerón, una de las dos fuentes privilegiadas a través de las cuales conocemos ese gran río, de diversas vertientes y afluentes, que denominamos escepticismo antiguo. En los textos sextianos podemos apreciar no sólo una propuesta escéptica que es fiel representante de una las dos grandes sub-corrientes de dicha corriente helenística (i.e. la tradición pirrónica, por contraposición a la académica), sino también que en ellos se encuentran atesorados algunos de los testimonios y fragmentos más importantes que hasta ahora poseemos sobre casi toda la tradición escéptica antigua. Allí encontramos, entonces, información sobre Pirrón y Timón, sobre los académicos y sobre los neo-pirrónicos como Enesidemo o Agripa, por sólo mencionar algunos. Ahora bien, como sucede en toda recuperación y lectura de pensadores, la descripción que el escritor escéptico nos da de sus precursores es ya una interpretación y reelaboración del quehacer filosófico de aquellos sobre quienes informa. Al mismo tiempo, el modo en que produce esta exégesis ?muchas veces tildada de copista o carente de originalidad? llama la atención en dos sentidos. Primero, sorprende que mientras abundan las citas de los adversarios sextianos (i.e. de los dogmáticos) nuestro escritor, no sólo en cuanto al contenido, sino también en cuanto a la evocación específica de los nombres, no menciona a los escépticos (académicos y/o pirrónicos) en el grado en que un lector iniciado lo esperaría o, al menos, en el mismo nivel de intensidad con que cita a los dogmáticos.Es a partir de esta perspectiva desde donde parte la presente propuesta. Nuestra labor consistirá en describir sintética y precisamente, como apuntes, el modo en que nuestro filósofo pasa revista a quienes designa como sus precursores. Principalmente, proponemos señalar: A) Cómo aparece retratada la figura de Pirrón. Este pensador, símbolo y clave de la corriente homónima, apenas si aparece mencionado en el corpus sextiano (PH I 7) y, con todo, las palabras con que Sexto le define resultan decisivas a la luz de su ars philosophandi. B) El modo en que Timón de Fliunte emerge en los escritos del pirrónico también resulta de interés. Casi nada se nos dice de él y, no obstante, los versos del heraldo de Pirrón son utilizados (especialmente en AM I y AM XI) casi siempre como palabra autorizada sobre la ἀγωγή sextiana. C) Enesidemo de Cnosos, quien sería el antepasado de influencia más directa sobre nuestro pensador, aparece de modo contradictorio a los ojos del lector. Es duramente criticado como dogmático ?la peor acusación que un escéptico puede recibir? por haber fusionado su pirronismo con cierto heracliteísmo, y, sin embargo, es alabado como antecesor ilustre por haber creado herramientas valiosas, como sus tropos, que serán atesoradas como patrimonio a ser usufructuado por los escépticos de todos los tiempos. D) La lectura de los escépticos académicos, en HP I 220-235 y AM VII 150-189, merece ser estudiada, con especial atención a Arcesilao (a quien Sexto casi denomina un pirrónico más que un académico y de quien los escépticos todos habrían obtenido su amada ἐποχή) y a Carnéades, a quien nuestro filósofo critica duramente su criterio probabilista de la verdad, pero quien, según aquel, dio la forma más acabada del escepticismo académico.La hipótesis que motiva nuestra investigación es la suposición de que un estudio de las principales figuras del escepticismo antiguo relevadas en el corpus sextiano redundará en una mejor comprensión, mutatis mutandis, del ideal escéptico del propio Sexto Empírico. Entonces, nuestro objetivo principal consistirá en marcar que el doctor pirrónico, a pesar de criticar más que ensalzar a estos precursores, modela mucho de su propia postura a partir de ellos, aun cuando las criticas o los silencios sean intensos. Asimismo, a partir de lo que afirma Brochard (2005) sobre las Hipotiposis sextianas ?Nada menos personal que ese libro: es la obra colectiva de una escuela; es la suma de todo el escepticismo?, nuestra intención consiste en reivindicar al filósofo como pensador genuino, pues muchas veces se lo ha tildado de mero copista o de carente de originalidad. Justamente, su originalidad reside en que es capaz de decir cosas muy personales a partir de palabras ajenas, tanto desde su propio pensamiento, en tanto autor, como desde las actitudes filosóficas humanas en general, en tanto ?terapeuta del alma?. No cabe duda de que el escéptico que Sexto prefigura en sus obras es una destilación final, una última fórmula perfeccionada, de las distintas propuestas que la antecedieron. Esta praxis filosófica se nutre de cada propuesta analizada, como una abeja que liba de flor en flor. En definitiva, nuestro recorrido intentará mostrar cómo el perfil de sabiduría terapéutica helenística esbozado en sus obras, en aras de derrotar de modo más efectivo al contrincante filosófico predilecto (i.e. ?el dogmático?), ha tomado elementos clave tanto de los pirrónicos primigenios como de los escépticos académicos y de los neo-pirrónicos. Y tal reapropiación está ya anticipada y se puede ver claramente en la lectura que el médico pirrónico hace de quienes lo antecedieron como maestros de la duda.Palabras clave: Sexto Empírico ? Escépticos Antiguos ? testimonios ? praxis filosófica