Sobre algunas sugestivas similitudes y diferencias entre el pensamiento de Epicuro y el de Sexto Empírico

TRISTÁN FITA

Mar del Plata

Simposio; III Simposio Nacional de Filosofía Antigua; 2017

Asociación Argentina de Filosofía Antigua

Que las escuelas helenísticas tenían un intercambio conceptual y terminológico constante, no es ninguna novedad. Esto se acentúa aún más hacia fines del helenismo, cuando la filosofía ya se ha institucionalizado dentro del imperio romano, es decir, se ha academizado, y, ubicuamente ?impuesta?, forma parte del curriculum de formación del ciudadano de noble cuna. Ya en los albores de este rico período histórico ocurría algo similar, cuando estas escuelas y sus célebres iniciadores buscaban respuesta a la ?caída de la pólis? como marco de vida y cuando Sócrates había cambiado para siempre los itinerarios filosóficos. Por ello, independientemente de que uno estudie un pensador o un corpus textual que se identifique con alguna de estas corrientes, creemos que es sumamente enriquecedor ver cómo algunos términos y nociones son herencias comunes a todas ellas, lo cual hermana y acerca a éstas más que apartarlas con diferencias insalvables.Es a partir de esta perspectiva que deseamos producir una comparación y una yuxtaposición entre el escepticismo de Sexto Empírico con la doctrina de Epicuro, doctrina principalmente plasmada en las tres epístolas y sentencias que Diógenes Laercio, autor poco posterior a Sexto, nos transmite. Nuestro propósito es puramente especulativo con la esperanza de que, al analizar estas caricaturas, podamos seguir pensando desde distintas aristas las propuestas de estos pensadores. No obstante, atenderemos a algunos términos claves desde las fuentes más fidedignas para especialistas consagrados, ya que su uso similar de parte de ambos filósofos es altamente llamativo. Sabemos que la distancia temporal es grande entre estos pensadores (suponiendo además que las palabras de Diógenes sobre Epicuro son fidedignas, algo sumamente irreal), pero los elegimos en tanto máximos representantes de ambas tradiciones filosóficas. No pretendemos afirmar conclusiones vehementemente ni firmar testamentos, sino sólo mostrar las evidentes semejanzas -y las diametrales diferencias- que estas filosofías exhiben en sus objetivos y en sus manejos terminológicos, algo que inmediatamente llama la atención al lector asiduo. No por fingida humildad decimos esto: se requieren estudios filológicos, ecdóticos, escoliásticos, históricos y codicológicos -entre tantos otros- para entender cabal y materialmente los textos que influyen sobre textos posteriores, en este caso sobre cómo los textos epicúreos influyen sobre los sextianos, algo que excede las circunstancias de escritura del presente trabajo . Sin embargo, no por ello se invalida el útil ejercicio de resaltar las evidentes semejanzas entre estos genera philosophandi helenísticos.