Wittgenstein: el lenguaje como "segunda naturaleza"

SCOTTO, SILVIA CAROLINA

La Rioja

Simposio; III Coloquio Internacional Pragmatista; 2016

UNLar

En este trabajo me propongo explorar un aspecto de la caracterización de Wittgenstein de ciertos usos básicos del lenguaje que profundiza y trasciende su concepción del significado como uso, acercando aún más estrechamente las ideas de Wittgenstein a la tesis de la ?primacía de la práctica?, esta vez, relativamente al lenguaje. Me refiero al hecho de que ciertos usos lingüísticos deben entenderse como expresiones primitivas (y no como descripciones o reportes), porque poseen los rasgos de otras formas de comportamiento no lingüístico (los gestos y las reacciones espontáneas). No obstante, tienen un estatus híbrido, porque siendo de naturaleza lingüística tienen que ser aprendidas junto con el lenguaje. Este tipo de expresiones son actos, antes que enunciados que forman parte de actos de habla, pero además, por el papel que desempeñan, poseen los rasgos de una ?segunda naturaleza?, es decir, aunque no nacemos con ellas, una vez aprendidas se convierten en casi irremplazables. Esta idea permite entender nuestra relación con ciertos aspectos del significado de algunas palabras o expresiones, que exceden su dimensión funcional e involucran aspectos emocionales, sensoriales y perceptuales. Ellos contribuyen a delinear una imagen del lenguaje más compleja que la que se atribuye habitualmente a Wittgenstein y además muy singular en la filosofía del lenguaje de tradición analítica, no sólo porque hace lugar a algunos rasgos del lenguaje que suelen considerarse marginales o secundarios sino porque señala aspectos de nuestro vínculo humano con las palabras de nuestra lengua, todo lo cual permite entender por qué integra una forma específicamente humana de expresividad. Además, esta manera de establecer la relación entre formas de comportamiento lingüístico primitivo y nuestra ?segunda naturaleza?, fortalece pero también complejiza la clase de naturalismo antropológico que se ha atribuido a Wittgenstein: a nuestra ?historia natural? (o historia filogenética), se añade esta forma básica de aprendizaje histórico-cultural en el que consiste el aprendizaje de la propia lengua, algunas de cuyas palabras o expresiones se incorporan a nuestra naturaleza como herramientas de nuestro repertorio expresivo compartido. Aunque son formas expresivas que hemos asimilado y ya no son opcionales, tienden un puente con otras formas de uso del lenguaje para las cuales las nociones de regla y criterio tienen clara aplicación, es decir, son el vínculo más notable entre las dimensiones naturales y las normativas en el lenguaje.