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En su trabajo ?El conceptualismo y la percepción animal?, Alejandro Petrone sepropone examinar críticamente uno de los argumentos centrales en los que se apoyan los filósofos no-conceptualistas para defender que el contenido de la experiencia perceptiva es de naturaleza no-conceptual: el argumento de la percepción animal (Peacocke 2001a, 2001b; Schmidt 2011; Schellenberg 2013). El mismo busca establecer que los animales humanos compartimos con ciertos animales no humanos experiencias perceptuales dotadas de contenido no conceptual.En contra de este argumento, Alejandro Petrone defiende que, aún si admitimostanto que los animales no humanos poseen experiencias perceptivas con contenidorepresentacional como que carecen de capacidades conceptuales, no por ello debemos aceptar que el contenido de dichas experiencias sea el mismo que el de las que poseen los animales humanos.Petrone procura mostrar que el conceptualista cuenta con las herramientas para lidiar adecuadamente con el desafío que presenta el fenómeno de la percepción animal para cualquier teoría de la experiencia perceptual humana. A saber: en la medida en que sigue resultando intuitivo que las experiencias perceptivas humanas y las de algunos animales poseen algo en común, una buena teoría de la percepción tiene que explicar en qué consisten, exactamente, estos aspectos compartidos. La propuesta concreta de Petrone consiste en señalarque lo que tienen en común las experiencias perceptuales de animales humanos y no humanos es que ambas poseen contenidos representacionales, aunque no del mismo tipo. En lo que sigue queríamos examinar si,efectivamente, la propuesta de Petrone nos permite responder satisfactoriamente al desafío que presenta la percepción animal.