IDH   23901
INSTITUTO DE HUMANIDADES
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
El ensayo y la doxa
Autor/es:
MATTONI, SILVIO
Libro:
El discurso sobre el ensayo en la cultura argentina desde los 80
Editorial:
Santiago Arcos editor
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2015; p. 155 - 183
Resumen:
Si anteriormente, centrándonos en el pensamiento de Theodor Adorno, situamos al ensayo frente a la filosofía tradicional y al discurso de la ciencia como formas conceptuales predominantes, pasaremos ahora a considerar el lugar que ocupa con relación a la literatura y a los géneros literarios, aun cuando ambas perspectivas de hecho se entrecruzan en el interior de la forma ensayística y por ende en sus posibles caracterizaciones. Su pertenencia absoluta al ámbito literario es ya problemática. Adorno esclarecía ese problema contraponiendo la voluntad artística del ensayo, su tendencia a la autonomía formal y al trabajo sobre el cómo del decir propio de la literatura, con su contenido conceptual, su desplazamiento y utilización de conceptos teóricos de diversa índole. Al respecto, es generalmente aceptada como un acierto, aun cuando no sea una definición propiamente dicha, la metáfora de Jaime Rest: en la "mansión de la literatura", en "algún recoveco hay un cuarto muy activo en el que sin cesar se amontonan en completo desorden nuevos materiales de la especie más dispar" . Ese cuarto en el recoveco sería el ensayo. Según Rest, habitualmente marginado por los críticos y estudiosos que hacen la limpieza y organizan todo el edificio de los géneros literarios. La naturaleza de ese lugar, la variedad de sus contenidos e incluso las dimensiones que ocupa, parecieran imposibles de determinar dada la anarquía de su paulatina acumulación histórica. Se lo ha remitido a lo indeterminado sin más, o bien se lo reduce a la ocurrencia personal de un individuo que, por definición, impide describir su funcionamiento para más de un caso. Aunque no puede desdeñarse la hipótesis de que el carácter de ocurrencia sea lo que retornaría en cada ensayo, único en sí, pero partícipe de la generalidad de lo que a un sujeto le adviene como opinión personal, vale decir que siempre sería una singularidad sin otra norma que ser para-otro la expresión de un para-sí, para el lector, la verdad del ensayista.