IDH   23901
INSTITUTO DE HUMANIDADES
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
¿UN SPINOZISTA EN LA CÓRDOBA DEL XIX? DARWINISMO Y PANTEÍSMO EN LA ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS
Autor/es:
DIEGO TATIAN
Libro:
Spinoza. Historia de una estatua
Editorial:
Encuentro Grupo Editor
Referencias:
Lugar: Córdoba; Año: 2014; p. 7 - 24
Resumen:
A principios de 1876, se formó en Holanda una comisión internacional en conmemoración del bicentenario de la muerte de Baruch Spinoza -cuyo nombre, como se sabe, es sinónimo de panteísmo desde que en 1705 John Toland acuñara ese neologismo precisamente para designar el sistema spinociano-, con el propósito de encomendar una estatua de bronce bajo la consigna Spinoza, mensajero de la humanidad emancipada y feliz. La realización de la escultura -actualmente en la Paviljoensgracht frente a la morada última del filósofo- fue finalmente adjudicada a un joven escultor francés llamado Frédéric Hexamer y descubierta el 14 de septiembre de 1880. El documento en el que consta la constitución de esa Internacional spinozista, se halla incluido como Appendix D en la última edición del clásico libro de Sir Frederick Pollock, Spinoza, his life and Philosophy (1880). Puede corroborarse allí que dicha comisión se hallaba representada por miembros de Austria, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia, Irlanda, Rusia, Estados Unidos, Holanda y otros países. Como únicos integrantes argentinos de ese ilustre comité, se consignan dos nombres: ?Prof. H. Weyenbergh? y ?Dr. D. F. Sarmiento? . Es muy probable que el ya entonces expresidente Sarmiento haya escuchado por primera vez el nombre de un filósofo llamado Baruch Spinoza por boca del Dr. Weyenbergh, quien seguramente lo convenció además de formar parte del spinozismo internacional que impulsaba la memoria del filósofo y la erección de su estatua. No es imposible imaginar que el zoólogo holandés haya presentado a su compatriota del siglo XVII como el pensador del panteísmo, palabra que había fascinado a Sarmiento más de veinte años antes.