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La problemática de la iniciación a la lectura y escritura académica resulta un desafío para los equipos docentes que participan en el dictado de los Cursos de Nivelación universitarios. Frente a ciertas perspectivas que sostienen que estas habilidades corren en paralelo al desarrollo de los contenidos disciplinares, nuestra propuesta se basa en la convicción de que los futuros ingresantes deben incorporar de manera progresiva y en conjunto la capacidad de reflexionar sobre la carrera elegida como así también sobre las reglas que rigen la lectura y escritura disciplinar. De esta forma, y como parte del módulo de iniciación a la vida universitaria de la carrera de Filosofía, FFyH, UNC, hemos abordado la problemática desde el capítulo 5 del libro El mundo sobre papel (1997), de David Olson, en el que se realiza una reconstrucción histórica del origen de la escritura. El texto rompe con la idea tradicional que interpreta a la escritura como transcripción del habla y desarrolla la tesis opuesta sosteniendo que los sistemas de escritura deberían comenzar a pensarse más como dispositivos a partir de los que hemos desarrollado los conceptos y las categorías para pensar la estructura de la lengua oral. En este sentido, el texto nos invita a pensar, en primer lugar, la escritura como una herramienta a partir de la que los humanos hemos logrado comenzar a reflexionar metalingüísticamente. Y en segundo, nos permite reflexionar sobre nuestras habilidades cognitivas y de aprendizaje. En este contexto, la escritura y la lectura pueden ser repensadas específicamente no sólo como complementos sino también como plataformas de despegue de nuestro conocimiento abstracto y reflexivo. El texto de Olson proporciona un registro doble, uno a nivel lingüístico y otro cognitivo, que nos permite un tercer nivel de reflexión: la relevancia que un texto de historia comparada pueda tener en un módulo de iniciación a la escritura y la lectura de textos académica.