IDH   23901
INSTITUTO DE HUMANIDADES
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
“Genialidad fragmentaria: el acercamiento de Schlegel al problema de la subjetividad moderna”
Autor/es:
GALFIONE, MARÍA VERÓNICA
Libro:
El genio en el Siglo XVIII
Editorial:
Herder
Referencias:
Año: 2022; p. 209 - 239
Resumen:
Si bien resulta habitual interpretar al romanticismo en términos de una poética del genio, esta figura no parece ocupar un lugar central en el pensamiento de Friedrich Schlegel, uno de los representantes filosóficos centrales del romanticismo temprano. Esto resulta evidente en las notas y fragmentos que conforman Los Años de aprendizaje filosófico, escritos entre los años 1796 y 1806, en los cuales el término generalmente es utilizado sin mayor énfasis para referirse al talento de algún artista o filósofo en particular: “Kant derrocha el genio tendiente a lo clásico para la deducción retórica y no histórica de las clases y formas bárbaras” (KFSA XVIII, Fr. 404, p. 60), “Sócrates como genio revolucionario en la filosofía” (KFSA XVIII, Fr. 394, p. 59). Ciertamente en algunos pasajes aparece aquella imagen del genio que esperaríamos encontrar en un pensador romántico: “el genio es indivisible… Forma parte de la esencia del genio ser un sistema para sí, y que, por ende, un genio no entiende a ningún otro” (KFSA XVIII, Frg. 996, p. 112). No obstante, la caracterización habitual del genio no es reproducida en estos casos con ánimo probatorio, sino más bien a los fines de poner en evidencia aquello que debería ser relativizado o limitado. De hecho, si en la tradición alemana (paradigmáticamente en Baumgarten o en Kant) se había denominado genio a aquel individuo que era capaz de hacer un uso armónico de las diferentes facultades, aquí el genio es presentado como una disposición que debe ser sintetizada o limitada por medio de otra: “Goethe es a tal punto un poeta universal que sintetiza genio y arte” (Fr. 855, p. 100). Y, si en los años anteriores, la referencia a la figura del genio había ido de la mano de una revalorización del arte frente a la filosofía, en algunas de sus notas Schlegel tiende a vincular la filosofía con algún tipo de capacidad reflexiva que se encontraría por encima de la intuición del genio: “Es imposible tener talento o genio para la filosofía. Ella está más allá de eso.” (KFSA XVIII, Fr. 195, p. 35)Todo esto resulta aún más extraño si nos acercamos al pensamiento de Schlegel con la mirada prefigurada por la famosa crítica de Hegel a la ironía romántica. Como recordamos, Hegel entiende la ironía romántica como el resultado de una interpretación en clave estética del Yo puro de Fichte y la asocia, por tanto, con la capacidad del artista individual para convertir toda determinación objetiva (técnica, mimética o ética) en mera apariencia insustancial. De tal manera que, si la ironía constituye el eje del pensamiento romántico y esta no representa sino el último estadío del Yo absoluto, esto es, aquel en el cual el arbitrio subjetivo se desentiende incluso de sus antiguas pretensiones especulativas, entonces en ella debería encontrarse condensada la doctrina romántica del artista como genio. Un recorrido rápido por la obra de Schlegel pone en evidencia que no es posible encontrar demasiados indicios textuales, al menos durante el período correspondiente al romanticismo temprano, que avalen esta hipótesis de lectura. Salvo excepciones, Schlegel no habla del genio y sería imposible atribuirle algún tipo de rechazo del momento reflexivo y consciente de la creación artística. Según intentaré mostrar a continuación, esto no responde, sin embargo, a una falta de interés por el problema filosófico que subyace al desarrollo del concepto del genio en el movimiento del Sturm und Drang, esto es, a un desinterés por lo que, provisionalmente, podríamos definir como el problema de la autorrealización individual. Por el contrario, ya desde sus primeros escritos Schlegel reconoce que se trata de un asunto determinante en el mundo moderno. Lo que no puede aceptar -y aquí me ocuparé de explicar por qué- es el tipo de solución que presupone la poética del genio. Este desacuerdo fundamental con el pensamiento del genio explica, según mi punto de vista, por qué Schlegel enfatiza la noción de ironía, la cual, pese a la interpretación de Hegel y también de numerosos apologistas de Schlegel, no se presenta como una figura de la genialidad sino más bien como un correctivo de la misma.