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Los organismos pueden alterar su fenotipo en respuesta a cambios en los factores bióticos y abióticos, para que el ajuste de sus fenotipos sea apropiado deben existir señales que indiquen las condiciones ambientales actuales o futuras. En los ambientes acuáticos, las señales químicas de los depredadores y las presas dañadas pueden inducir respuestas morfológicas, fisiológicas y/o en el comportamiento de las presas. En este estudio examinamos si el riesgo de depredación (por el pez Australoheros facetum) experimentado durante el desarrollo embrionario del camarón Palaemonetes argentinus induce respuestas en su fase larval. En un experimento de laboratorio expusimos hembras del camarón con embriones recién desovados para que se desarrollen en presencia (n = 12) y ausencia (n = 10) de A. facetum. Simulamos el riesgo de depredación alimentando diariamente los peces con hembras ovígeras del camarón. Inmediatamente después de la eclosión medimos el largo del caparazón y del rostro de las larvas y las cultivamos hasta el estadio juvenil en agua libre de señales químicas. Registramos el tiempo de desarrollo, el largo del caparazón y del rostro de los juveniles. El tiempo para completar la embriogénesis no difirió entre los tratamientos, sin embargo, la experiencia embrionaria frente al riesgo de depredación indujo cambios morfológicos en las larvas recién eclosionadas; en el tiempo de desarrollo larval y en el tamaño con el que los camarones alcanzaron el estadio juvenil. Las larvas eclosionadas de embriones expuestos al riesgo de depredación fueron en promedio más grandes, su rostro fue más largo y alcanzaron antes el estadio juvenil con un tamaño menor y rostro más corto. Nuestros resultados indican una transferencia entre fases del ciclo de vida, la que podría tener consecuencias sobre la dinámica poblacional de especies con ciclos de vida complejos (larvas planctónicas y juveniles/adultos bentónicos).