Científicos, exploradores y plantas fósiles en exposición para la Argentina del siglo XIX.

OTTONE, E.G.

Buenos Aires

Congreso; II Congreso Argentino de Historia de la Geología; 2010

UBA

Los primeros en mencionar la presencia de restos de plantas fósiles en nuestro país fueron losjesuitas de las misiones del litoral. A ellos les siguieron naturalistas-viajeros, académicos yaventureros. Existen varias recopilaciones bibliográficas que intentaron agrupar todo esteconjunto de citas y descripciones paleobotánicas, sin embargo, estas compilaciones hanresultado incompletas, y es por eso que aquí se intenta enmendar esta falta. En este artículo secomentan entonces los hallazgos de plantas fósiles realizados por hombres de ciencia comoHermann Avé-Lallemant, Wilhelm (Guillermo) Bodenbender y Jacob (Santiago) Roth,militares como Conrado E. Villegas y Jorge J. Rhode y el marino italiano Giacomo Bove. Serefieren también las citas de Nicola Grondona, Ludwig Brackebusch, Domingo F. Sarmiento yFranz Latzina, junto a aquellas publicadas en los catálogos y memorias de algunas de lasexposiciones nacionales e internacionales realizadas durante el siglo XIX. Se discuten, porúltimo, las menciones de científicos y exploradores como Benjamín Canard, Georges Claraz,John Bell Hatcher, Manuel J. Olascoaga y Francesco Pietrobelli, que permanecieron inéditashasta el siglo XX. Se destaca el interés suscitado por los troncos fósiles del Triásico deParamillo en las exposiciones internacionales llevadas a cabo en 1867 y 1875 en París yFiladelfia, y en la exposición nacional de 1871 en Córdoba. El bosque petrificado descubiertopor Charles Darwin en 1835 sería visitado durante el siglo XIX por naturalistas y geólogoscomo Hermann Burmeister, Alfred W. Stelzner y H. Avé-Lallemant y también referido enpublicaciones por Adolf Doering, Frank L. Ward y hasta el mismo D. F. Sarmiento. Estosautores dieron cuenta de la excepcionalidad del yacimiento en nuestro medio, Europa yEstados Unidos, lo que explicaría la conspicua presencia icónica de estos objetos naturales enlas exposiciones, donde, junto a otras producciones del país, habrían coadyuvado a dar cuentadel esplendor y potencial de nuestra tierra. El rescate y contextualización de esta informaciónconfirma entonces el interés que suscitaron desde temprano los vegetales del pasado ennuestro medio, interés que se habría de perder con el transcurso del siglo XX, época en que,como contrapartida, la paleobotánica argentina alcanzará su desarrollo.