IDEAN   23403
INSTITUTO DE ESTUDIOS ANDINOS "DON PABLO GROEBER"
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Los fósiles de la Expedición Antártica Sueca de 1901-1903: una herramienta para el conocimiento de la historia de la Argentina en el continente antártico
Autor/es:
AMENABAR, CECILIA R.
Lugar:
Catamarca
Reunión:
Jornada; Jornadas Interescuelas: Mesa de estudios históricos y sociales de Antártida; 2019
Institución organizadora:
Departamento de Historia de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Catamarca
Resumen:
La expedición antártica sueca del año 1901, dirigida por el Dr. Otto Nordenskjöld, en la que participó el Alférez argentino Juan María Sobral, es bien conocida a nivel mundial por la estadía forzada que los expedicionarios debieron hacer durante casi tres años en el continente antártico, debido al hundimiento del buque ballenero Antarctic. A fines de 1903, los expedicionarios fueron rescatados por el Teniente de Navío Julián Irízar de la Armada Argentina, al mando de la Corbeta Uruguay. Más allá de la reconocida audacia y entereza de los expedicionarios y de la hazaña de Irízar, la importancia de esta expedición radica en el hecho de que dio inicio a la actividad científica argentina en el continente antártico. Fue la primera expedición de carácter científico, siendo para Nordenskjöld la recolección y estudio de fósiles una de sus principales metas, los cuales fueron de gran aporte en su época para el conocimiento de la Antártida. La mayoría de estos fósiles hoy en día forman parte de valiosas colecciones que son exhibidas principalmente en museos de Europa y de Estados Unidos. Sin embargo, algunos pocos permanecen en el continente antártico, en particular en el Refugio Suecia (isla Cerro Nevado, este de la Península Antártica), lugar que albergó a parte de los exploradores durante sus años de permanencia en el continente. En esta contribución se abordan dos líneas. Por un lado se presentan los principales hallazgos paleontológicos de la expedición sueca y se discute su impacto tanto en la comunidad científica de los años 1900 como en las investigaciones que se desarrollan actualmente en el ámbito de las ciencias de la tierra, considerando que estos hallazgos sentaron las bases de los estudios paleontológicos de la Península Antártica. A su vez, se realiza la puesta en valor de estos primeros fósiles la cual consiste en rastrear, identificar, preservar, documentar, clasificar y finalmente difundir el conocimiento de los mismos, resignificando así el vínculo entre la información que alberga un determinado fósil con el momento histórico de la exploración. Asimismo, se pretende utilizar al fósil como una herramienta para conocer la historia de la Argentina en el continente antártico. Al no poder asistir, el resumen no fue publicado en Actas.