Nuevas hipótesis acerca del levantamiento de los Andes del sur

ANDRÉS FOLGUERA; ANDRÉS ECHAURREN; SOFIA IANELLI; VANESA LITVAK; FENNELL, LUCAS; LUCÍA FERNÁNDEZ; DARIO ORTS; GUIDO GIANNI; LUCÍA SAGRIPANTI; CÉSAR NAVARRETE

La Rioja

Jornada; XVII Reunión de Tectónica; 2018

Existe conciencia acerca de que los Andes del sur (22-50°S) comprenden diversas fases de alzamiento que probablemente han empezado en torno a los 105 Ma y que se han prolongado hasta la actualidad, con distinta intensidad dependiendo del sector considerado. Sin embargo, sólo recientemente la comunidad científica abocada al estudio de su evolución tectónica comienza a comprender la duración real de estas fases y su proporción dentro de lo que se denomina fase orogénica andina. La sedimentación sinorogénica y sinextensional analizada y datada a través de su extensión, sumado a nuevos datos termocronológicos arrojan que los Andes del sur han comenzado su evolución hacia 105 Ma en lo que probablemente ha constituido su periodo más prolongado de crecimiento dentro de la fase andina, pero con magnitud variable a lo largo de su extensión, hasta sufrir una primer fase de bruscas desestabilizaciones extensionales que han sido diacrónicas: alrededor de los 70 Ma para la zona del flat slab Pampeano y los Andes de Mendoza, hasta Paleocena en la Patagonia. Luego parece transcurrir un periodo neutral de degradación erosional hasta los 44 Ma, cuando los Andes del sur sufren una nueva y corta fase de crecimiento que se extiende apenas hasta los 40 Ma generando un orógeno con una fuerte segmentación. Luego esta fase de crecimiento es interrumpida por un nuevo relajamiento extensional que comienza entre los 37-35 Ma y se extiende hasta los 22 Ma, de mayor envergadura que la desestabilización cretácica superior. Desde los 21-18.5 Ma hasta los 11 Ma son finalmente afectados por una sincrónica fase de alzamiento, que en sitios localizados y en función de mecánicas particulares muestra reactivaciones neotectónicas. Si tomamos la duración de estas fases podemos concluir que los Andes han transcurrido durante la mayor parte de su evolución en forma inactiva o incluso sufriendo relajamientos extensionales.