IDEAN   23403
INSTITUTO DE ESTUDIOS ANDINOS "DON PABLO GROEBER"
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Análisis de la distribución paleogeográfica de biohermas de ostras durante el Mesozoico y su potencial como indicadores ambientales
Autor/es:
DARÍO G. LAZO; AGUSTINA G. TOSCANO
Lugar:
General Roca
Reunión:
Congreso; 11º Congreso de la Asociación Paleontológica Argentina; 2016
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Río Negro
Resumen:
Los biohermas de ostras aparecen en el registro fósil en el Jurásico Medio, 65 millones de años después de los primeros registros de ostras del Carniano. Estas concentraciones marcan el inicio de la adopción de una estrategia de vida gregaria por estos organismos, donde los juveniles se cementan preferencialmente sobre adultos de la misma especie, llegando a formar verdaderos arrecifes. Durante el Jurásico Medio se observa la aparición de estos biohermas en el Bajociano-Bathoniano de Polonia y su posterior expansión en los márgenes del Tethys, particularmente en sucesiones europeas, extendiéndose hasta el Tithoniano. En este período los registros se concentran en el hemisferio norte. Contrariamente, en el Cretácico Inferior bajo, los registros disminuyen notablemente, desapareciendo de los márgenes del Tethys y restringiéndose a los márgenes del Oceáno Pacífico, siendo particularmente abundantes en la Cuenca Neuquina, donde se registran desde el Valaniginiano inferior hasta el Hauteriviano superior. En todos los casos documentados, las ostras formadoras de biohermas corresponden a la Familia Gryphaeidae. Sin embargo, en el Cretácico Inferior alto (Albiano) y Cretácico Superior, los biohermas formados por estos grifeidos desaparecen del registro, mientras que comienzan a cobrar importancia los formados por representantes de la Familia Ostreidae. Esto indicaría que, a lo largo del Mesozoico, los grifeidos cobraron relevancia como formadores de bioconstrucciones siendo posteriormente desplazados. La aparición de estos biohermas en el registro y el comportamiento gregario subyacente, abarcando distribuciones tan dispares y distintas especies indicaría un desencadenante ambiental para su formación y, por lo tanto, podrían funcionar como indicadores paleoambientales.