CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

Las Lomas de Carabajal se ubican en el sector centro-oeste del valle de Lerma en la Cordillera Oriental, poseen bajo relieve y se encuentran alineadas en sentido NO-SE. El valle de Lerma es una cuenca intermontana plio-cuaternaria limitada por láminas de corrimiento que exponen al basamento en sus núcleos (García et al., 2013). El borde de esta parte del valle es oblicuo con respecto al rumbo N-S de la cadena andina, siendo NO-SE y coincidiendo con el límite NE de la subcuenca Metán del rift del Grupo Salta (Monaldi et al., 2008) y con el lineamiento Calama-Olacapato-Toro (Salfity, 1985). La estratigrafía de la región puede dividirse en cuatro secuencias: 1) un basamento de edad cámbrica temprana a media compuesto por rocas de bajo grado metamórfico agrupadas en la Formación Puncoviscana (Turner y Mon, 1979; Escayola et al., 2011); 2) estratos continentales del Cretácico-Paleogeno que incluyen conglomerados, areniscas, pelitas y calizas del Grupo Salta (Marquillas et al., 2005); 3) depósitos sinorogénicos del Neógeno al Pleistoceno temprano comprendiendo areniscas y pelitas rojizas, y conglomerados castaños intercalados con limolitas de las formaciones Guanaco y Piquete, respectivamente (Gebhard et al., 1974); y 4) conglomerados gruesos con algunos niveles limo-arenosos intercalados depositados durante el Cuaternario tardío (Formación La Viña; Gallardo et al., 1996). La expresión geomorfológica actual de la región se encuentra condicionada por la inversión de los depocentros del rift del Grupo Salta a partir del Mioceno tardío y la consecuente exhumación del basamento mediante fallas normales invertidas y retrocorrimientos (García et al., 2013). El límite NE de la subcuenca de Metán y, por lo tanto, el rumbo NO-SE del frente montañoso actual se encuentran controlados por el lineamiento Calama-Olacapato-Toro, de comprobada actividad tectónica en el noroeste argentino desde el Cámbrico medio a superior (Salfity, 1985). En las Lomas de Carabajal la Formación Piquete del Plio-Pleistoceno se encuentra intensamente plegada y fallada. Actitudes de las capas de hasta 60º/O y 45º/E han sido medidas en los bordes SO y NE de las lomas respectivamente, mientras que pliegues de menor amplitud pueden reconocerse en la parte interna de las mismas. Los ejes de esos pliegues son N-S y su longitud de onda no supera 1 km. Se destaca el arreglo en-echelon de los ejes de los pliegues con respecto al rumbo general NO-SE de las lomas. La Formación Piquete se encuentra cubierta en discordancia erosiva y angular por los conglomerados gruesos aterrazados de la Formación La Viña del Pleistoceno superior. A pesar de la estratificación grosera de esta secuencia, su actitud pudo ser determinada en algunos sectores clave. El arreglo estructural general de estos sedimentos es el mismo que el de la Formación Piquete, pero presentando pliegues de menor amplitud. La presencia de estratos de crecimiento relacionados con la falla que limita las lomas por el borde SO es una característica destacable de la Formación La Viña también (Fig. 1a y b). Tres muestras de niveles limo-arenosos intercalados en la Formación La Viña y expuestos a lo largo de terrazas aluviales deformadas del río Manzano fueron datados usando luminiscencia ópticamente estimulada (OSL). Todas las muestras corresponden aproximadamente al mismo nivel estratigráfico dentro de las terrazas (Fig. 1b). Las edades obtenidas fueron 34,3 +/- 2,9 ka, 39,8 +/- 2,9 ka y 30,1 +/- 2,1 ka. La pequeña longitud de onda de los pliegues de las Lomas de Carabajal y su patrón en-echelón con respecto a la orientación del frente montañoso son consecuencia de la interferencia entre la dirección de compresión andina (E-O) y el lineamiento Calama-Olacapato-Toro, dando lugar a un regimen de esfuerzo localmente transpresivo. A partir de las mediciones y observaciones estructurales se desprende que el borde SO de las lomas concentró más deformación mediante un retrocorrimiento controlado por la incepción en profundidad de una cuña tectónica somera. El levantamiento mínimo de los niveles datados con respecto al sector no deformado sería de entre 30 y 40 metros, dando tasas de levantamiento del orden de entre 0,75 y 1,25 mm/año. Esos valores son algo superiores a los recientemente determinados para los últimos 100 ka por García et al. (2013) en las Lomas de Medeiros en el extremo norte del valle de Lerma. El terremoto de Salta del 26 de Febrero de 2010 (M 6.2, 14 km de profundidad) tuvo su epicentro unos 20 km al NNE de las Lomas de Carabajal. La profundidad de este evento indica que la fuente sismogénica debería estar relacionada con fallas que elevan el basamento en la región. A pesar de no existir sismos históricos ni instrumentales relacionados con las Lomas de Carabajal, las tasas de levantamiento determinadas en el presente estudio indican que podría tratarse de una estructura activa. Más trabajos paleosismológicos, principalmente estudios geofísicos, trincheras y dataciones, están siendo llevados adelante con la finalidad de ajustar las estimaciones realizadas y para determinar el potencial sismogénico de esta morfoestructura.