IDEAN   23403
INSTITUTO DE ESTUDIOS ANDINOS "DON PABLO GROEBER"
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Análisis general de las fases y mecanismos que han construido Los Andes entre los 36° y 46°S
Autor/es:
FOLGUERA, ANDRÉS; ORTS, DARÍO; ROJAS VERA, EMILIO; ENCINAS, ALFONSO; SAGRIPANTI, LUCÍA; TOBAL, JONATHAN; RAMOS MIGUEL ESTEBAN; GIANNI, GUIDO; ECHAURREN, ANDRÉS; FENNELL, LUCAS; COLAVITTO, BRUNO; RAMOS, VICTOR A.
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; XIX Congreso Geológico Argentino; 2014
Institución organizadora:
Asociación Geológica Argentina/Universidad Nacional de Córdoba
Resumen:
Durante estos últimos años se ha avanzado considerablemente en la determinación de los estadios y mecánicas deformacionales que afectaron al segmento de transición que va desde los Andes Centrales Australes hasta los Patagónicos Septentrionales. De esta forma surge un cuadro complejo en el cual se alternan segmentos con topografías y amplitudes contrastantes, grados de acortamiento variables, cuencas de antepaís en la región frontal andina que poseen diferentes edades y distintas cronologías de deformación. Este resumen intenta analizar a grandes rasgos este complejo sistema, indicando las principales hipótesis que intentan explicar estas variaciones y la dinámica contemporánea del arco magmático como indicativa de cambios en la configuración del sistema subductivo, tendientes a determinar las dinámicas de formación de estos Andes del sur. De norte a sur, los Andes del sur de Mendoza (33-37ºS) se asocian a una cuenca de antepaís miocena y se han conformado durante un ciclo de expansión del magmatismo con características de arco (Kay et al. 2006, Silvestro y Atencio 2009, Sagripanti et al.2012). En el sector frontal el antepaís se ha fragmentado durante el Mioceno, mientras que la edad del magmatismo calcoalcalino más reciente ha permitido asociar esta particular configuración a la expansión de la cuña astenosférica a 550 km al este de su actual posición, producto de una somerización de la losa subducida (Kay et al. 2006). Durante el Plioceno a Cuaternario el magmatismo de arco se ha retraído hacia el oeste y grandes porciones del retroarco han sido ocupadas por materiales máficos y productos de fusión cortical, asociados al impacto de una pluma astenosférica (Burd et al. 2013). La retracción del magmatismo asociada al empinamiento de la losa subducida ha convivido con fenómenos de rotura de la misma tanto en sentido longitudinal como latitudinal que explican la formación de cuencas extensionales y desarrollo del magmatismo en sectores localizados del arco y retroarco (Pesicek et al. 2012). La zona sur de este segmento de subducción suborizontal propuesto coincide con un gradiente de acortamiento que va de unos 30 km hasta menos de la mitad de este valor, alcanzado durante la fase de deformación miocena inferior a superior (Rojas Vera et al. 2014). Hacia el sur, el segmento de los Andes Neuquinos que se desarrolla entre los 37 y 40ºS muestra un sector de la faja plegada con menos desarrollo amplitudinal y menor topografía. Si bien parte de sus estructuras se han reactivado durante la fase del Mioceno, existen indicadores de que en gran medida este sector habría adquirido su fisonomía en el Cretácico superior. A diferencia del sector previo, una amplia cuenca sinorogénica cretácica se asocia a su sector frontal (Tunik et al. 2010). Hacia el sur, la cordillera de Río Negro y norte de Chubut (40-43ºS), vuelve a mostrar una topografía más prominente y un considerable aumento de amplitud asociados a un mayor acortamiento medido (Orts et al. 2012). Este segmento se asocia a una cuenca de antepaís miocena que muestra en los sectores internos discordancias progresivas asociadas a las estructuras frontales (Giacosa y Heredia 1999, Encinas et al. 2011, Ramos et al. 2011, Bilmes et al. 2013). Este sector de los Andes se asocia en los últimos 5 Ma a emplazamiento de magmatismo máfico en el antepaís occidental asociado a un atenuamiento del límite inferior de la corteza y anomalías térmicas determinados por datos gravimétricos y magnéticos (Orts et al. este congreso). Este esquema ha llevado a la propuesta de una somerización de la zona de subducción acaecida entre 17 y 4 Ma que explica el desarrollo oriental del magmatismo de arco que presenta este sector (Aragón et al. 2012) y la estructuración coetánea del área del antepaís y un posterior empinamiento de la misma asociado superficialmente a atenuamiento cortical e inyección de materiales máficos (Orts et al. 2012). De esta manera los procesos que operaron en este último sector serían más afines a los Andes del sur de Mendoza que al área inmediatamente próxima de Neuquén. Hacia el sur, los Andes del centro-sur de Chubut se asocian a otra cuenca de antepaís cretácica (Homovc et al. 2011, véase Gianni et al. Este congreso), pero sin embargo muestran una importante reestructuración del sector del antepaís en tiempos neógenos (Bilmes et al. 2013). La ausencia de una migración del arco en este tiempo excluye la posibilidad de que sean cambios en la inclinación de la losa subducida los que hayan provocado la ruptura del área del antepaís. Este segmento de estructuración del área del antepaís coincide sin embargo con la amplitud latitudinal de la cuenca de Traiguén en sector chileno (Hervé et al. 1995, Encinas et al., este congreso). Esta cuenca del Oligoceno superior ha sido relacionada con una génesis extensional que habría afectado amplias porciones de la región andina en sectores del arco y retroarco y que entre los 43 y 47ºS habría mostrado características particulares con el desarrollo de una cuenca oceánica asociada a la formación de corteza oceánica o continental con un alto grado de atenuamiento. Su cierre en el Mioceno superior ha provocado la exhumación del basamento paleozoico y mesozoico generando importante topografía y deformación (Thomson 2002), que ha progresado hacia el este configurando la zona de la actual divisoria de aguas. La fragmentación del basamento durante el Mioceno superior, característica de la región del antepaís en el segmento andino de los Andes del centro-sur de Chubut podría entonces guardar una relación con la colisión del parautóctono de Chonos individualizado del continente en el Oligoceno superior, explicándose de esta manera la amplitud anómala que posee este segmento orogénico. De esta manera, los Andes entre los 36 y 46ºS muestran segmentos en los cuales la deformación neógena igró en forma anómala hacia el este. Parte de los mismos coinciden espacial y temporalmente con expansiones del arco magmático, pudiéndose entonces establecerse una relación genética entre potenciales cambios en la geometría de la zona de subducción y la fragmentación del área del antepaís. Sin embargo, el sector sur en los Andes del centro-sur de Chubut, caracterizado por la fragmentación mencionada, no muestra una dinámica compatible con un cambio de geometría de la zona de subducción en el Neógeno. En este sector, el cierre de la cuenca de Traiguén, asociada a la anexión del parautóctono de Chonos podría ser la explicación de la amplitud alcanzada por la faja plegada y corrida.