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Los Andes Centrales del sur han sido estudiados por diversos autores y a través de diferentes temáticas desde hace más de 90 años(Groeber 1929).El desarrollo de lacuenca Neuquina en la región hapermitido un importante avance en la cantidad y calidad de datos, que contrasta con otros segmentos de los Andes. El impulso de campos petroleros en el áreay la información geofísica generada en elloshan permitido el desarrollo de modelos estructuralescon una alta complejidad. Sin embargo, la cronología de levantamiento de los diferentes sistemas que integran este segmentoa los 37º S desde el arco volcánico hasta el antepaís queda aún por ser explorada.Este trabajo tiene como objetivo realizar una evolución tectónica, integrando los estudios preexistentes y las nuevas observaciones realizadas, para ampliar el conocimiento sobre el desarrollo temporal y espacial de los diferentes pulsos de deformación de los Andes Centrales del sura los 37ºS. La Cordillera Principal, la Precordillera Neuquina norte, lafaja plegada y corrida de ChosMalal y el antepaís se han estructurado a través de diferentes pulsos de levantamiento comenzando en el Cretácico superior hasta el Cuaternario sin respetar el esquema de una faja plegada cuya deformación migra en forma constante hacia el área no deformada ampliándose la cuña orogénica. La Cordillera del Viento, como parte de los sectores internos de la faja de ChosMalal,se ha levantado inicialmentedurante la depositación del Grupo Neuquén (DiGiulio et al.2012, Tuniket al.2010). El levantamiento inicial de este sistema ha sido determinado con una edad Ar-Ar de 69,09 ± 0,13 Ma, que es interpretada como indicativa del enfriamiento del sistema durante su exhumación (Kay2002) y edades de trazas de fisión (Burns 2002). Posteriormente durante el Eoceno se evidencia un nuevo pulso de alzamientodesarrollado hacia el este, en la Sierra de Reyes principalmente. Este pulso es evidenciado poruna discordancia angular entre el Grupo Malargüe(Formación Pircala - Eoceno) y las rocas oligocenassuperiores a miocenas inferiores de la Formación Palauco (Groeber 1929, Cobbold y Rossello 2003,Sagripantiet al. 2012a, Rojas Vera et al. 2014). Durante elOligoceno superior - Mioceno inferior se evidencia un período extensivo que afecta los sectores internos de la faja plegada formando la cuenca de Cura Mallín, en la zona del arco volcánico (Burns 2002, Burns et al. 2006,Radic 2010); hacia el este se desarrolló la cuenca de Palauco en el antepaísy zona del frente orogénico (Álvarez Cerimedoet al. 2013,Kayet al. 2006). Durante el Mioceno tardío se estructura contraccionalmente en forma conjunta la Cordillera del Viento, la faja de ChosMalal, el plateauvolcánico del Tromen, hasta sectores del antepaís actual. Esta segunda fase que afecta a la Cordillera del Viento se da a través de un corrimiento de vergencia oriental, que corta el sistema retrovergentecretácico montándolosobre volcanitaspaleógenas(Llambíaset al.1986,Folgueraet al.2007). Spagnuoloet al. (2012), describe una discordancia angular entre las rocas mesozoicas y las rocas volcánicas de la Formación Charilehue del Mioceno inferior al norte del volcán Tromen, que indica que estas volcanitas con afinidad de arco se emplazaron en un antepaís ya deformado durante la migración miocena hacia el este del arco. Las fajas plegadas y corridas de ChosMalaly de Guañacosse estructurandurante este tiempo, la primera como producto de la ractivación de una faja de deformación cretácica, mientras que la segunda como una inversión tectónica de la cuenca extensional de Cura Mallín. Este último frente de inversión continúa hasta el Cuaternario (Folgueraet al.2007). En la zona del antepaís, el complejo Volcánico Chachahuén se emplazasobre depósitos de la Formación Agrio medio a superior que fueron estructurados durante esta fasecontraccional. Este centro volcánico calcolalcalino representa la posición más oriental del arco volcánico que ha migrado a estas latitudes hacia el área del antepaís(Ramos yKay 2006,Kayet al.2006,Sagripantiet al. 2013). Durante esta migración, otros sistemas cretácicos a paleógenos se han reactivado en el área del frente orogénico tales como la Sierra de Reyes asociada a una cuenca sinorogénica miocena superior (Pampa de Carrizalito) que representan una secuencia de destechado completa. De esta manera se infiere que el principal pulso de deformación del frente orogénico ha acaecido en el Mioceno tardíoy no en las fases previas, que se habrían asociado a una exhumación leve(Sagripantiet al.2011). Finalmente dos sectores presentan actividad neotectónicaa lo largo de esta transecta. Como se ha mencionado, la fajaplegada y corrida de Guañacosy por el otro, el plateauvolcánico del Tromen, Este sistema, ubicado en medio de la configuración de la faja plegada, muestra una faja de deformación neotectónicagenerada a partir de reactivaciones de las estructuras de la fajaplegada y corrida deChosMalal(Sagripantiet al.2012b). Allí,diferentes indicadores morfotectónicos tales como deflexiones de ríos, wind gaps, altos y bajos topográficos, muestran una dinámica de alzamiento y alteración actual de la red de drenaje. La convivencia de estructuras compresivas y extensivas implicaría la existencia de movimientos laterales asociados, presuntamente impuestos por la convergencia oblicua. De esta forma, el crecimiento de los Andes a los 37ºS muestra cuatro fases distintivas: 1) Una progresión entre el Cretácico superior al Eoceno en la cualla deformación migra desde los sectoresinternos hacia el antepaís; 2) una fase extensional que afecta la zona del arco volcánico oligoceno y la zona del frente orogénico paleógeno; 3) una fase en la cual todos los sistemas crecen conjuntamentecomo estructuras fuera desecuencia en el Mioceno superior e inclusive se fragmenta elantepaís en forma distal, presuntamente en asociación a la migración del arco mioceno; y 4) finalmente una fase de deformación neotectónica que afecta sectores discretos de la faja plegada, en la zona próxima al arco volcánico y en medio de la configuración de la faja plegada afectando productos volcánicos del retroarco cuaternario.