IDEAN   23403
INSTITUTO DE ESTUDIOS ANDINOS "DON PABLO GROEBER"
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
COLAPSO EXTENSIONAL DE LA FAJA PLEGADA Y CORRIDA DE LOS ANDES NORDPATAGÓNICOS DURANTE EL PLIOCENO
Autor/es:
TOBAL JONATHAN; FOLGUERA ANDRES; LIKERMAN JEREMIAS
Lugar:
San Juan
Reunión:
Congreso; XV Reunión de Tectónica; 2012
Institución organizadora:
Universidad Nacional de San Juan y la Comisión de Tectónica (ComTec) de la Asociación Geológica Argentina
Resumen:
Los Andes Nordpatagónicos constituyen uno de los dominios morfotectónicos menos conocidos del noroeste de la Patagonia (figura 1). El área montañosa que se desarrolla en este segmento de los Andes presenta, desde los 41º S hacia el sur, un relieve sumamente escarpado, producto de las intensas glaciaciones plio-cuaternarias que afectaron la totalidad de la Cordillera Patagónica, y laderas extensamente cubiertas por la vegetación. La faja plegada y corrida Bariloche-Esquel desarrollada a estas latitudes presenta una característica forma curvada, con la convexidad hacia al antepaís y un máximo ensanchamiento a los 42º S aproximadamente (Ramos y Cortés, 1984; Giacosa et al., 2001; Giacosa y Heredia, 2004). Esta faja de deformación fue principalmente descripta a partir de dos dominios claramente diferenciables: un dominio interno dominado por fallamiento que afecta principalmente a rocas ígneas mesozoicas y un sector externo en el que el fallamiento se vincula a importantes estructuras plegadas que afectan principalmente a rocas sedimentarias y volcánicas cenozoicas (Ramos y Cortés, 1984; Giacosa et al., 2001; Giacosa y Heredia, 2004). El marco geológico de los Andes Nordpatagónicos y el área precordillerana, entre los 41º y los 42º S, incluye extensos afloramientos de rocas plutónicas y volcaniclásticas mesozoicas junto con unidades cenozoicas subordinadas. Dos fajas plutónicas se encuentran expuestas a ambos lados del valle de El Bolsón: a) una extensa faja occidental incluida dentro del Batolito Patagónico Cordillerano (Giacosa et al., 2001), desarrollada entre el Jurásico Medio y el Cretácico Superior (González Díaz, 1982; Rapela et al., 1987; Castro et al., 2012); y b) una faja oriental cuyos afloramientos discontinuos forman parte del Batolito Patagónico Subcordillerano desarrollado durante el Jurásico Inferior (Gordon y Ort, 1993; Rapela et al., 2005). A ambos lados del valle de El Bolsón se distribuyen también variadas secuencias volcaniclásticas (González Díaz y Lizuaín, 1984; Giacosa et al., 2001) cuyas edades van desde el Jurásico Inferior hasta el Cretácico Inferior. Las unidades cenozoicas, por otra parte, se encuentran mejor desarrolladas hacia el antepaís. No obstante, sedimentitas del Mioceno Temprano (Encinas et al., 2011) pertenecientes a la Formación Mallín Ahogado (Diez y Zubia, 1981) rellenan el valle de El Bolsón y han sido interpretadas como los remanentes de la más occidental de las subcuencas que forman parte del relleno de la cuenca de Ñirihuau (Giacosa y Heredia, 1999; Orts et al., 2012). En el ámbito de la Precordillera de Río Negro y hacia el antepaís, se encuentran además bien desarrolladas dos fajas volcánicas diacrónicas, de edad paleógena: una faja interna conocida como el cinturón de El Maitén y una faja externa conocida como el cinturón de Pilcaniyeu (Rapela et al., 1988). La actividad volcánica correspondiente al cinturón de El Maitén (correlacionable con la Formación Ventana), caracterizada por importantes volúmenes de andesitas y dacitas con presencia subordinada de riolitas y basaltos (Rapela et al., 1988), tuvo lugar entre los 33 y los 21 Ma (Cazau et al., 1989). Estas rocas volcánicas resultan de particular interés a este trabajo no sólo pues afloran extensamente al este del valle de El Bolsón sino porque las mismas han sido descriptas también en el sector interno de los Andes, en cercanías del límite argentino-chileno entre la localidad de El Bolsón y El Foyel (Diez y Zubia, 1981; Giacosa et al., 2001). Este dato permite plantearse algunos interrogantes en torno a su posición dentro de los distintos sectores de la faja plegada y corrida desarrollada entre los 41º y los 43º S. Las secuencias volcánicas desarrolladas en los cerros Silvia y Bastión, atribuidas a la Formación Ventana (Diez y Zubia, 1981; Giacosa et al., 2001), cobran particular interés, debido a su anómala posición dentro del sector interno de la faja plegada y corrida, aisladas en las extensas fajas volcánicas y plutónicas mesozoicas aflorantes en la zona más elevada de los Andes a estas latitudes. Una edad aún inédita obtenida en las volcanitas que afloran en el cerro Bastión permitiría situar a las mismas en el Plioceno. Allí, las rocas volcánicas se encuentran delimitadas por notorias fallas normales (figura 1) que serían el resultado de un colapso de la parte interna de la faja plegada, a partir de la reactivación extensional del cabalgamiento frontal del Batolito Patagónico. Hacia el sur, las volcanitas que afloran en el cerro Silvia se encuentran limitadas por una falla normal que las separa de las volcanitas presumiblemente jurásicas aflorantes en el cerro Hielo Azul al este (figura 1) (Tobal et al., 2012). Estas observaciones sugerirían el desarrollo de depocentros extensionales restringidos que tuvieron lugar durante el Plioceno y que formarían parte de un evento de colapso extensional del orógeno hasta el momento nunca antes descripto.