IDEAN   23403
INSTITUTO DE ESTUDIOS ANDINOS "DON PABLO GROEBER"
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
La fase Miocena de construcción de los Andes centrales Australes (36º - 37º S)
Autor/es:
ANDRES FOLGUERA; SAGRIPANTI, LUCÍA; SPAGNUOLO, MAURO; ORTS, DARÍO; LITVAK, VANESA; VICTOR A. RAMOS
Lugar:
Neuquén
Reunión:
Congreso; XVIII Congreso Geológico Argentino; 2011
Institución organizadora:
Asociacion Geológica Argentina
Resumen:
El trabajo sistemático de campo de los últimos años cumplimentado con la utilización de líneas sísmicas de reflexión y análisis gravimétricos ha permitido discriminar dentro del segmento de faja plegada y corrida entre los 36º y 37ºS, aquellas secciones derivadas de las distintas fases que han construido a los Andes Centrales Australes. De esta manera un sector interno u occidental representado por las máximas topografías de la zona (cordillera de Trovunco, cerro Cochicó, cerro Domuyo y cordillera del Viento) alineadas meridianalmente (Fig. 1), se encuentra asociado a la línea de máxima penetración de la transgresión atlántica cretácica superior a paleocena asociada al Grupo Malargüe (Pose, 2007) y al sector proximal y tope de cuña orogénica de la cuenca de antepaís cretácica superior (Tunik et al., 2010) en donde se registran fenómenos de acuñamiento ydiscordancias progresivas (Orts et al., 2010). De esta manera este sector representa el frente orogénico emergente cretácico superior, que ya había sido identificado como exhumado en esta fase a partir de dataciones Ar/Ar en el basamento pérmico (Fig. 1) (Kay et al., 2006). De todas maneras levantamientos aislados al este de este frente orogénico se han producido en el Cretácico superior aunque sin generar una barrera orográfica continua, hasta el valle del río Grande, evidenciados por la paleogeografía de la línea de costa del mar rocanense y fenómenos de condensación de las secuencias del Grupo Neuquén contra los flancos de grandes estructuras(Bettini, et al., 1978; Galarza et al., 2009). El frente orogénico eoceno superior a mioceno superior se redefine al este del anterior a la altura del valle del río Grande, en donde secuencias proximales menores a 18 Ma se adosan a los frentes emergentes de las estructuras contraccionales (Silvestro y Atencio, 2009; Sagripanti et al., 2009). El estudio composicional de las mismas demuestra que el aporte detrítico está asociado al destechado de las estructuras emergentes (Fig. 2), lo que implica que éstas no habrían experimentado sustancial exhumación antes del Neógeno (Sagripanti et al., 2009; 2010).Al tiempo de formación de la cuenca de río Grande, la faja plegada y corrida al este entre los 36º y 37ºS es receptáculo de espesas secuencias volcánicas (18-15 Ma) que conforman extensos plateaux y que han sido objeto de distintas denominaciones (Fig. 1) (Uliana, 1978; Pesce, 1981). Estas unidades representan los términos intermedios de un tren continuo de expansión del magmatismo desde 27 hasta los 5 Ma, desde una posición equivalente a la actual pendiente oeste de los Andes, hasta el bloque de San Rafael en el frente orogénico andino, lo que llevó a Kay et al. (2006) a proponer un ciclo de suducción somera en el área. Estas secuencias poseen lasmás bajas relaciones Ba/Ta vs La/Ta y de Sm/Yb de todo el segmento de estudio, aun inferiores al arco volcánico interdigitado con la cuenca de Cura Mallín al oeste (27-22 Ma) y el arco volcánico emplazado sobre el bloque de San Rafael al este (13-5 Ma) (Litvak et al., 2008; Spagnuolo et al., 2008). Su distribución indica que estas series se han proyectado en un plazo de tres millones de años desde la línea de altas cumbres hacia el frente orogénico describiendo una faja de orientación NE perpendicular a los Andes (Fig. 1), alcanzando la zona de activo levantamiento orogénico a la altura de río Grande. Estas estructuras neógenas corresponden a estructuras generadas por inversión tectónica de fallas normales triásicas pero también a estructuras contraccionales queinvolucran al basamento y que no muestran controles previos (Orts et al., 2010). La expansión oriental de estas series habría modificado el estado termal de la corteza permitiendo que ésta colapsase horizontalmente, incorporando importantes secciones del antepaís y aumentando su volumen orogénico, lo que conllevó a la flexión de la litósfera a la altura del valle del río Grande.